Todos los conductores están obligados a conocer las reglas de tráfico y a cumplirlas, aunque es evidente que no siempre lo hacen. Y al no hacerlo, van perdiendo puntos del carné si tienen la mala suerte de que un agente o un radar les pillen cometiendo ilegalidades. Como los puntos, habitualmente doce (aunque pueden subir hasta 15), no son ilimitados, ser reincidente en el incumplimiento de las normas puede llevar al conductor a quedarse sin su preciado carné.
La maniobra de una joven
Es entonces cuando puede acceder (eso sí, pagando) a los cursos de recuperación de puntos del carné para así recobrar el permiso de conducir previo paso de un examen. Aprobarlo es clave para poder volver a ponerse al volante de un coche. De ahí lo que ha sorprendido la actitud de una joven de Granada, de 25 años, que acudía a la Jefatura Provincial de Tráfico de esa ciudad andaluza para realizar el examen escrito que le devolviera el carné, que había perdido al quedarse sin puntos.
Y es que la mujer llegó conduciendo su coche, y su acción no pasó desapercibida para los grupos de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT), pertenecientes a las Unidades de Investigación de Seguridad Vial de la Agrupación de Tráfico. A través de ellos, la Guardia Civil presta apoyo a los funcionarios de la Jefatura Provincial de Tráfico durante los exámenes teóricos y prácticos a fin de "prevenir y detectar posibles irregularidades en relación a la realización de dichas pruebas".
A disposición judicial
Fue durante una de estas vigilancias cuando agentes del GIAT de la Unidad de Investigación de Seguridad Vial de la Guardia Civil de Granada se percataron de que una mujer que al parecer "acababa de entrar al aula donde se realizaban los exámenes, y que había sido convocada para realizar la prueba escrita que le permitiría recuperar su permiso de conducir, era la misma que habían visto llegar a la Jefatura Provincial de Tráfico al volante de un turismo".
Por este hecho, la Guardia Civil, una vez que finalizó el examen, la puso a disposición judicial por la presunta comisión de un delito de conducción de un vehículo tras la pérdida de vigencia de la autorización por pérdida de puntos. La imprudencia de esta joven le va a salir cara y tiene pinta de que no podrá volver a conducir un coche independientemente del resultado que haya obtenido en el examen de recuperación de puntos del carné.