Al hablar de las ciudades más representativas del Estado, tenemos varias como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia. No obstante, si miramos hacia el norte, tenemos Vitoria, un lugar con mucho que ofrecer para los visitantes. Dejando a un lado el turismo de masas, es una combinación de historia, cultura y sostenibilidad que vale la pena conocer.
Así lo confirma la revista ‘Viajar’ en uno de sus recientes artículos, en el que repasa las razones por las que la ciudad alavesa es una de las que mayor calidad de vida y más atractivo reúne en todo el conjunto del Estado., siendo ideal para una escapada.
Una ciudad para escaparse, según ‘Viajar’
Para entender el porqué esta publicación considera a la capital vasca perfecta para escaparse y un rincón con mucho por descubrir, vamos a hacer un repaso de los mayores puntos de interés que Vitoria tiene y por qué son imprescindibles para ver.
- El espíritu medieval de la ciudad
El Casco Histórico, apodado la "almendra medieval" por su estructura, es un viaje a la Edad Media. Sus calles recogen los nombres de los antiguos gremios (cuchilleros, herreros, zapateros), rodeados de casas nobles y arquitectura de calidad.
La Catedral de Santa María, una obra del arte gótico, es la joya de la corona de esta zona de la ciudad. Debido a su labor de restauración y mantenimiento, ha sido galardonada con el máximo reconocimiento europeo en conservación del patrimonio.
- Verde por doquier
Una de las señas de identidad de Vitoria es su firme compromiso con el medioambiente. Por ello, en el año 2012, fue nombrada Capital Verde Europea, siendo la primera ciudad de todo el Estado en hacerse con este premio.
Esto se debe a su apuesta de sostenibilidad urbana y gran gestión de los residuos, al igual que por su intención de recuperar espacios naturales. Uno de ellos es el Anillo Verde, un recorrido de más de 800 hectáreas, que une los parques que rodean la ciudad alavesa. También tenemos parques como el de La Florida, ideales para desconectar.
- Tradición y modernidad
En lo que a la arquitectura se refiere, la capital vasca alterna tradición y modernidad. Buena prueba de ello son Los Arquillos, una estructura porticada del siglo XVIII que conecta el casco antiguo con la ciudad nueva.
Al margen de su cuestión práctica para enlazar partes de la ciudad y compensar el desnivel de terreno existente, es una muestra de urbanismo muy a tener en cuenta. Y todo ello a base de sencillez y practicidad.
- Gastronomía tranquila
Otro componente cultural es la gastronomía, y en Vitoria no iba a ser menos. Como buena localidad vasca, los pintxos son esenciales en las barras de los bares de sus calles. Por si fuera poco, hay una gran variedad de establecimientos donde comer tranquilamente estas delicias, sin prisas ni aglomeraciones.
Y, como otras ciudades, lo clásico se fusiona con lo actual: desde tabernas con historia, hasta locales contemporáneos, la explosión de propuestas culinarias y sabores es un reclamo más para llamar la atención del visitante.
Todo un descubrimiento
Aunque muchas personas no hayan visitado Vitoria, coinciden que, cuando la visitan, quedan prendadas de su encanto. Y, dejando de lado el nombre que tienen otras ciudades, la capital alavesa es una apuesta más que interesante para perderse por sus calles y descubrir cómo la historia y la naturaleza, entre sus otros atractivos, hacen de ella un lugar perfecto para conocer.