- Un hombre ruso llamado Daúd Daúdov viajó más de 600 kilómetros para cumplir con un triste compromiso: enterrar a sus gemelos, quienes supuestamente habrían muerto tres días después de nacer. Una vez en el cementerio de Daguestán, Daúdov quiso observar a los pequeños para darles la despedida, aunque, según las primeras informaciones, él ni siquiera alcanzó a conocerlos. La madre fue a un centro médico por su cuenta y fue, durante su presunta recuperación, que dio a conocer la mala noticia. Todo lo que Daúdov supo fue que su esposa dio a luz a un par de hermosos bebés y que días después lo llamó para comunicarles su fallecimiento.
Daúdov, entonces, quiso acercarse a los pequeños a abrazarlos y susurrarles unas primeras y últimas palabras, pero se topó con dos muñecos de plástico en vez de los cadáveres de sus hijos. El hombre, consternado, empezó indagaciones para saber quién se había llevado a sus gemelos, pues, él estaba seguro de que seguían vivos y alguien se los había robado montando ese entierro artificial. La única verdad, sin embargo, es que los gemelos nunca nacieron. La mujer confesó que jamás estuvo embarazada. Según dijo, se hizo una prueba de embarazo en el mes de junio de 2020 que, al principio salió positiva y después negativa. No obstante, ella le informó a su esposo sobre el primer resultado, pero no sobre el segundo y, posteriormente, mantuvo el engaño para no quitarle la ilusión se le fue de las manos hasta límites insospechados.