El Ministerio de Sanidad pone en marcha desde este lunes, en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, el llamado Estudio Nacional Epidemiológico de la infección por SARS-CoV2 (ENE-COVID) para conocer la dimensión real de la epidemia de coronavirus en todo el Estado español.

¿En qué consiste?

A todos los participantes se les hará un test rápido de anticuerpos en sangre por inmunocromatografía -mediante un simple pinchazo en el dedo-, que proporciona información para saber si la persona ha estado infectada.

Después se hará una segunda prueba de anticuerpos del suero, para la que se requerirá de personal sanitario especializado.

El análisis de las muestras de suero, liderado por el Centro Nacional de Microbiología, se hará usando técnicas serológicas más sofisticadas y más precisas: "Con estas dos pruebas, que combinan diferentes niveles de precisión, se obtendrá una estimación poblacional de la presencia de anticuerpos del virus", explicó a la plataforma SINC Alberto Delgado, jefe de Servicio de Microbiología y Parasitología del Hospital Clínico San Carlos.

La prueba se realizará en el propio hogar o en un centro de salud, en función de la evolución de la epidemia y de las circunstancias de cada familia.

De cada participante se obtendrá la información necesaria para conocer la existencia de un diagnóstico previo de Covid-19, la presencia o antecedentes de síntomas compatibles con esta enfermedad y los principales factores de riesgo conocidos.

¿Quiénes participan?

Se han seleccionado al azar un total de 36.000 hogares con una media de 2,5 miembros cada uno. Cada uno de ellos recibirá una llamada telefónica para informar a sus residentes sobre los objetivos del estudio ENE-COVID, pedir su consentimiento y concertar la visita domiciliaria o la cita en el centro de salud. La participación en el estudio es voluntaria.

La prueba permitirá estimar el porcentaje de población que ha desarrollado anticuerpos frente al coronavirus

Se realizará en tres oleadas, con un intervalo de 21 días entre cada una, para ver la evolución dinámica de la enfermedad, lo que para los expertos, un dato muy relevante para el Ministerio de Sanidad.

¿Cuál es su finalidad?

El objetivo es conocer la seroprevalencia de la población, es decir, estimar el porcentaje que ha desarrollado anticuerpos frente al coronavirus, lo que es imprescindible para la toma de decisiones de salud pública.

Como contempla el análisis de todos los individuos que conviven en un mismo domicilio, esto facilitará la representatividad de la muestra, y además, permitirá diferenciar entre las nuevas infecciones que se producen por trasmisión comunitaria y las que se puedan producir dentro de los hogares.

¿Qué información proporcionará y cómo se usará?

La investigación ofrecerá información del comportamiento de la transmisión del virus dentro de los hogares después de seis semanas de confinamiento.

Los test serológicos permitirán calcular qué parte de la población ha superado la enfermedad y cuál es susceptible de ser contagiada

"La seroprevalencia nos dará una imagen real de aquella población que ha pasado la infección y del grado de inmunidad colectiva presente, que es uno de los principales factores para el control de la pandemia", según explicó Alberto Delgado.

"Conocer el estatus serológico puede ayudar al desescalamiento", precisó Delgado. "No sabemos si va a ser una inmunidad a largo plazo, pero al menos sí parece proteger a corto plazo pues no está habiendo reinfecciones en países con más tiempo de evolución de la enfermedad".

¿Cuáles son las diferencias entre los tres tipos de test?

PCR: Conocida como la prueba de reacción en cadena de la poliomerasa (PCR), esta prueba está considerada como la más fiable y la prioritaria por las autoridades sanitarias en España ya que tiene una fiabilidad superior al 90%. La prueba detecta la presencia del virus desde el inicio de la infección mediante una muestra extraída de nariz o faringe del paciente. La desventaja, además de ser más caras que los test rápidos, es que se debe realizar en un laboratorio y los resultados tardan en llegar entre 3 y 6 horas.

Rápidos: Los test rápidos, también conocidos como test rápidos de antígeno, son pruebas de diagnóstico rápido que se realizan a través de una muestra de mucosa y puede identificar la proteína del virus. Tienen la ventaja de ser muy baratos y la posibilidad de que los profesionales sanitarios las realicen en los domicilios de los pacientes sospechosos de padecer la enfermedad. El inconveniente es que no tienen una gran fiabilidad. Por ello, se realizan como pruebas complemento a las PCR.

Serológicos: También son test rápidos y baratos y se realizan mediante una muestra de sangre. Su función es detectar los anticuerpos generados a partir de la respuesta inmunológica generada con una muestra de sangre. Esta prueba no sirve para una fase inicial, ya que no detecta el virus, pero gracias a ella se podrá calcular qué parte de la población ha superado la enfermedad y cuál es susceptible de ser contagiada.