PSOE y Sumar constatan el desencuentro en la coalición tras una reunión sin avances
Los de Yolanda Díaz critican la falta de avances y solo “buenas palabras” y los socialistas califican de positivo el encuentro
La reunión de poco más de dos horas celebrada este viernes en el Congreso entre el PSOE y los partidos que integran Sumar no logró disipar la crisis que desde hace semanas tensiona al Gobierno de Sánchez. Lejos de cerrar heridas, el encuentro confirmó la profundidad del desencuentro entre los socios y dejó al descubierto dos relatos enfrentados sobre el estado de la legislatura.
Mientras los socialistas defendieron un balance “positivo” y apelaron al diálogo, Sumar salió del cónclave con la convicción de que no hubo avances reales y con una advertencia explícita: el inmovilismo del PSOE pone en riesgo el acuerdo de investidura.
La cita, convocada para abordar los presuntos casos de corrupción y las denuncias por acoso sexual que afectan a exdirigentes socialistas, se desarrolló con bajo perfil político y sin presencia de ministros. Por parte del PSOE asistieron la secretaria de Organización, Rebeca Torró, y su adjunto, Borja Cabezón.
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En representación del socio minoritario acudieron la coordinadora de Movimiento Sumar, Lara Hernández; la responsable de Organización de IU, Eva García Sempere; el dirigente de Más Madrid, Eduardo Fernández Rubiño, y la secretaria de Organización de los Comunes, Lidia Muñoz. El hecho de que el encuentro se limitara al plano orgánico, y no al gubernamental, anticipó el alcance limitado de una reunión concebida más para rebajar tensiones que para adoptar decisiones.
Hora y media de conversación
Tras cerca de hora y media de conversación, Sumar hizo público su malestar. En un comunicado, las formaciones del espacio de Yolanda Díaz lamentaron que el PSOE no hubiera presentado propuestas concretas para afrontar la crisis y denunciaron una actitud “inmovilista” que, a su juicio, solo conduce al “desánimo progresista”, refuerza la antipolítica y alimenta a la derecha y la extrema derecha. “Más allá de la cordialidad y las buenas palabras, la reunión no ha supuesto ningún avance significativo”, afirmaron con rotundidad.
El socio minoritario fue más allá al advertir de que la persistencia de este bloqueo podría poner en riesgo el acuerdo de investidura que sostiene al Ejecutivo. Aunque reiteraron su compromiso con el proyecto de Gobierno, desde Sumar insistieron en que la legislatura necesita un giro claro para afrontar los retos pendientes. Entre sus principales demandas figuran la prórroga inmediata de los alquileres que vencen en 2025 para evitar nuevas subidas de precios, la puesta en marcha de la prestación universal por crianza y un refuerzo de las medidas anticorrupción y contra el acoso sexual.
Sumar volvió a reclamar también un “impulso social” para la segunda mitad de la legislatura y una reformulación del Gobierno que permita recuperar la iniciativa política. En este sentido, aunque reconocen que el Ejecutivo español se enfrenta a una fuerte oposición por parte de lo que califican como una “élite judicial, económica y política”, subrayan que esa presión no puede servir de excusa para “bunkerizarse en Ferraz y la Moncloa” ni para eludir explicaciones ante la ciudadanía.
“Un encuentro constructivo”
Desde el PSOE, en cambio, el balance fue diametralmente opuesto. En un comunicado difundido tras la reunión, los socialistas aseguraron que el encuentro había sido constructivo y remarcaron que ambas formaciones tienen más puntos en común que discrepancias. Torró explicó “detalladamente” las medidas adoptadas por el partido frente a los casos de corrupción y acoso que han salpicado a antiguos cargos, y defendió una política de “tolerancia cero” ante cualquier indicio de conducta irregular. “Actuamos siempre con contundencia e inmediatez ante cualquier comportamiento que vaya en contra de los valores del partido”, afirmó.
La dirigente socialista apeló además a la necesidad de seguir gobernando juntos y de mantener el diálogo como herramienta fundamental para avanzar en acuerdos que beneficien a la mayoría social. En la misma línea, fuentes del PSOE subrayaron su voluntad de continuar impulsando medidas sociales y rebajaron la gravedad del choque con su socio, presentándolo como una discrepancia gestionable dentro de una coalición plural.
Valoraciones contrapuestas
Sin embargo, las valoraciones contrapuestas evidencian que el conflicto sigue lejos de resolverse. La reunión de este viernes se produjo después del encuentro mantenido a comienzos de semana entre el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en pleno momento de máxima tensión. De aquella cita apenas trascendieron detalles, más allá de que Sumar la consideró útil para trasladar la gravedad de la situación, mientras que Sánchez defendió públicamente la continuidad de la coalición y descartó que las críticas de Díaz fueran un gesto de deslealtad.
En los últimos días, varios ministros socialistas han intentado rebajar el tono y mostrar una actitud conciliadora, conscientes de que una ruptura tendría un alto coste político. No obstante, desde Sumar insisten en que las palabras no son suficientes y reclaman hechos concretos que demuestren un cambio de rumbo. La reunión, concebida como una oportunidad para encauzar la crisis, confirmó que la legislatura avanza entre reproches cruzados, con una coalición obligada a convivir con sus diferencias mientras intenta evitar que la fractura termine por hacerse irreversible.
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