EH Bildu va a plasmar a la vuelta del verano su viraje en materia de transición energética, en una conferencia política prevista para septiembre. Este asunto había provocado tensiones y contradicciones porque la izquierda abertzale ha alimentado durante años el rechazo a los grandes proyectos de parques eólicos o fotovoltaicos, y en los últimos meses se ha abierto a respaldarlos en determinadas condiciones y con el control de la administración pública, en un ejercicio de aterrizaje en la realidad tras comprobar que no basta con que cada cual coloque una placa solar en el tejado de su casa. Pero, en este complicado contexto y tras el ataque con bengalas a la vivienda de Aritz Otxandiano, hermano de Pello Otxandiano y responsable de sostenibilidad de Fagor, EH Bildu ha conseguido resolver su proceso de debate interno, y este martes ha dado a conocer los resultados, que reflejan que la ponencia base, Bizigintza, ha recibido el respaldo del 76,67%.
Se habían registrado tres ponencias alternativas: Ekohazi, que ha captado un 8,55% del voto; Era Aldatuz, con un 5,08%; y Gure Bazterrak, con un 2,66%. Los votos en blanco han ascendido al 7,04%. EH Bildu se ha tomado estas ponencias alternativas como una muestra del “gran interés que ha suscitado el debate”, así que prefiere valorarlas de manera “muy positiva”. “Ha sido un debate muy fructífero y ejemplar, que vuelve a poner de relieve la capacidad de EH Bildu y de su base militante para afrontar los debates de época con valentía”, dice, para autoproclamarse como “la primera fuerza política de Euskal Herria”. EH Bildu tiene más alcaldías que el PNV, pero los jeltzales fueron los más votados en las autonómicas de abril del año pasado.
Hasta ahí llegó la información oficial de EH Bildu, que no da a conocer por ahora los contenidos pactados en el proceso y dice que los irá publicando “tras el verano”. La ponencia base ha sido “enriquecida con decenas de enmiendas parciales” y se ha “inspirado” también en las ponencias alternativas. Añade que “este es un debate vivo que no se cierra para siempre”.
Dimisiones
EH Bildu había esbozado en público hace unos meses las condiciones para el despliegue de las energías renovables: un despliegue ordenado, planificado, con la participación de los ayuntamientos, con el control de la administración pública y poniendo la lupa sobre el lucro privado que cree que no fluye después hacia los municipios donde se ubican las instalaciones.
La colaboración con Bildu le ahorraría al Gobierno vasco un pulso institucional con este partido, que gobierna 107 ayuntamientos de la comunidad autónoma. Pero habrá que ver cómo evoluciona el debate, porque el acuerdo sobre la Ley de Transición Energética con el anterior Gobierno, el de Urkullu, no ha impedido el choque entre ambos. Y han quedado en evidencia las limitaciones y dificultades por el rechazo de las plataformas vecinales, protestas que la izquierda abertzale espoleó durante años y que ahora es difícil reconducir. Bildu se abrió al parque eólico de Statkraft porque lo impulsaba una empresa pública noruega, y sus ayuntamientos lo rechazaron después. Por la fotovoltaica Vitoria Solar 1, dimitieron tres ediles de Arratzua-Ubarrundia.