“En julio tenemos que acordar sí o sí un primer paquete de la Seguridad Social”

Tras las informaciones que apuntan a que Santos Cerdán tenía la propiedad del 45% de Servinabar y que había algunas sociedades paralelas, ¿al Gobierno vasco le preocupa que en ese rastreo que está haciendo de los contratos firmados pueda aparecer alguna de estas empresas?

Me gustaría que no tuviéramos nada y es lo que espero y deseo, que esta cuestión no afecte al Gobierno vasco ni a ninguna de las instituciones de este país. Hoy no tenemos ni un solo indicio, ni una sola información, que nos invite a pensar lo contrario. La investigación en curso y el informe de la UCO no señalan nada que nos deba preocupar desde el Gobierno vasco pero, en todo caso, yo sí creo que por prudencia y responsabilidad tenemos que hacer el análisis de las contrataciones públicas que ha hecho el Gobierno en los últimos años para estar absolutamente seguros. Si queremos ser ejemplares, transparentes y honestos, tenemos que hacer ese análisis.

El PP aprieta al PNV con la idea de que el caso va a salpicar a los socios de Sánchez. ¿Se siente cómodo con la alianza con los socialistas en este contexto?

El PP pone el ventilador porque, además, ha visto que se ha abierto la ocasión de que caiga el Gobierno del señor Sánchez y se convoquen elecciones anticipadas. Es lo que viene intentando desde el inicio de la legislatura, porque el PP ganó las elecciones y entiende que este Gobierno no está legitimado para gobernar, pero la democracia parlamentaria lo que exige es que haya mayorías suficientes. En relación con la corrupción, cualquier responsable público tiene que ser ejemplar. Eso exige transparencia, celeridad en la toma de decisiones ante cualquier mínima sospecha o indicio, y contundencia, y eso es lo que tiene que hacer el PSOE. Además, en la medida en que no tenemos ningún indicio que afecte al Gobierno vasco, tenemos que preservar la estabilidad de un Gobierno que está a lo que demanda la ciudadanía vasca: vivienda, salud, seguridad, industria, empleo... Además, espero que podamos preservar el ambiente que tenemos en el Parlamento Vasco, donde se puede discutir sin caer en el lodazal madrileño. Por tanto, no es el momento de especular con la relación con el PSE.

En cualquier momento puede haber una convocatoria anticipada de elecciones. ¿No les corre prisa cerrar cuanto antes la transferencia de la Seguridad Social?

Desde luego, se tiene que producir una Comisión Bilateral durante la primera quincena de julio. Vamos a plantear que haya un acuerdo político en relación con la transferencia del primer bloque del régimen económico de la Seguridad Social. En una Comisión previa en noviembre, se calendarizó que teníamos que llevar un acuerdo a la Comisión de julio. Es el paquete que afecta a las prestaciones no contributivas, al subsidio de desempleo no contributivo, al subsidio de desempleo contributivo y al Sepe. Tenemos que llevar este primer paquete con un acuerdo político a la bilateral, sí o sí, porque el pacto obliga. No vamos a cejar. Vamos a ser como la gota malaya. Lo que espero del Gobierno español es que cumpla y no se despiste. Puedo entender que está pasando un momento muy complejo, pero tenemos que cumplir cada uno los pactos que nos obligan. Hay otras cuestiones como la transferencia de salvamento marítimo que se tendría que haber resuelto en el primer semestre. Hay otras materias que hay que abordar, como las redes eléctricas, la oficialidad del euskera en Europa, el pacto estructural de migración, los fondos europeos… 

¿Se está cerrando la ventana de oportunidad del nuevo estatus de autogobierno teniendo en cuenta cómo está la legislatura española? Tampoco sé si usted se imagina que se vote este año un estatus en el Parlamento Vasco tal y como van los ritmos.

En estos momentos, la incertidumbre es tal…. La legislatura española ha pasado a otra fase, hemos pasado de pantalla y mi impresión es que estamos en un punto muerto, un wait and see, y las siguientes semanas antes de agosto van a ser decisivas para ver hacia dónde se encamina la legislatura española. No me atrevo a decir nada, solo que, mientras tengamos un Gobierno español que sigue gobernando, tenemos que cumplir los compromisos.

¿No volverá a participar en una conferencia de presidentes?

No tengo intención de volver mientras no se modifiquen las condiciones. Eso pasa, primero, por preparar, trabajar y buscar acuerdos o recomendaciones previamente. Además, no debe convertirse en un Congreso bis donde haya un diálogo de sordos entre PP y PSOE. Y no voy a admitir episodios como la falta de respeto al euskera. Tenemos que poner en valor, sobre todo, la bilateralidad. En relación con el comportamiento de la señora Ayuso, me preocupa muchísimo la deriva del PP. Se encamina a un congreso, y aquí el señor Feijóo tiene que poner orden, y clarificar si estamos ante un PP que se está ayusizando. Su ponencia dice, en relación con la transferencia de la Seguridad Social, que no se puede transferir porque rompe la nación española. Vamos a ver, el artículo 18 del Estatuto de Gernika contempla esta cuestión, al igual que en su artículo 41 recoge el Concierto Económico. El señor Feijóo tiene que poner orden y no dejar que sea la señora Ayuso la que maneje el PP. Con el PP de la señora Ayuso, no se aprobaría el Concierto Económico y, de hecho, se anularía. Feijóo nos tiene que demostrar con qué PP vamos a tener que convivir próximamente.

Ha rendido homenaje al Gobierno de Carlos Garaikoetxea. ¿Era necesaria una reconciliación tras la escisión de EA?

Me sentí muy honrado de dar la bienvenida al lehendakari Garaikoetxea a su casa, a Ajuria Enea. Este homenaje era de justicia política e histórica. El Gobierno del lehendakari Garaikoetxea fue el primer Ejecutivo vasco tras la dictadura, y asumió una tarea enorme: levantar un país devastado, poner en marcha las instituciones propias, desplegar el autogobierno y defender la dignidad de este pueblo en un contexto de enorme dificultad y ruido de sables. Ese legado pertenece al nacionalismo democrático y al conjunto de Euskadi. Porque gracias a la labor de aquel Gobierno hoy disponemos de unas instituciones sólidas, un modelo de autogobierno que ha traído progreso y bienestar a Euskadi, y unas capacidades políticas que tenemos que seguir ensanchando para responder a los desafíos de las nuevas generaciones.