El lehendakari ha puesto el colofón a su ronda de contactos con los agentes políticos y sociales, y lo ha hecho con UGT, una reunión que parecía que se resistía por un problema para cuadrar agendas. Finalmente, Imanol Pradales ha recibido este miércoles al secretario general del sindicato en Euskadi, Raúl Arza, y a la responsable del área de servicios públicos de la central, Arantza Agote. Tras el encuentro en Ajuria Enea, la comparecencia de Arza reforzó la idea que ya habían trasladado otros interlocutores del lehendakari: que Pradales tendría otro “talante” y una mayor disposición al diálogo que la que, según estos agentes sociales, se demostró desde el anterior Gobierno vasco. En cualquier caso, el sindicato mantiene sus posiciones y, por ejemplo, la comparecencia sirvió para que pusiera en valor una reflexión que se está produciendo en el Consejo de Relaciones Laborales, donde se está debatiendo la posibilidad de fijar un salario mínimo garantizado en los convenios que permita que el nivel mínimo de retribución sea homogéneo en los tres territorios de la comunidad autónoma. En la ronda de preguntas, no quiso concretar una cifra para no malograr el debate.

Los sindicatos mayoritarios en Euskadi son ELA y LAB, pero UGT es una central que participa en todos los foros de diálogo, como las mesas de diálogo social. Desde esa posición, son habituales los acuerdos con este sindicato, aunque también existen puntos de desencuentro, sobre todo, con los modelos lingüísticos.

Perfiles lingüísticos

Arza pidió al lehendakari que intervenga en los conflictos que surjan a nivel laboral, e insistió en aplicar de manera flexible los perfiles lingüísticos que se exigen para trabajar en la Administración pública, por ejemplo, en los casos de aquellas personas que son interinas y que, a la hora de consolidar la plaza, no pueden hacerlo porque no alcanzan el nivel exigido en la lengua vasca. Arza focaliza sus demandas en los trabajadores mayores de 45 años. Solicitó también que se ataje la temporalidad, particularmente en Osakidetza y Educación, y reclamó una mejora de las condiciones laborales en el sector público, aunque en este punto admite que todavía son competencia del Estado cuestiones como el límite salarial en el sector. Eso sí, UGT cree que al Gobierno vasco le queda cierto margen a través de los complementos o de los permisos.

Por otro lado, UGT se mantiene a la expectativa de que pueda dar frutos el pacto sanitario, con la mesa que convocará el consejero Martínez el 5 de septiembre. Arza quiere que haya resultados tras el “diálogo de sordos” que cree que se produjo la pasada legislatura. Puso el acento en la falta de profesionales de salud mental.