La escapada de Carles Puigdemont en su regreso al exilio sigue apuntando a los Mossos d’Esquadra pero esta vez por la decisión de su dirección general de suspender de empleo y sueldo de forma cautelar a los tres agentes detenidos por presuntamente ayudar a huir al expresident tras su fugaz paso por Barcelona en la jornada de investidura de Salvador Illa. Uno de los policías detenidos –los tres quedaron en libertad tras pasar a disposición judicial– es el propietario del vehículo con el que se esfumó el líder de Junts, aunque en su caso alegó que prestó el coche a una amiga que va en silla de ruedas, que era la mujer que conducía cuando Puigdemont consiguió irse sin ser detenido. En el informe que remitieron al Tribunal Supremo (TS) sobre el dispositivo fallido, los Mossos admiten que la “maniobra de distracción” del ex Jefe del Govern, en un movimiento que “escapa a toda lógica racional o política”, les sumió en una situación de “confusión” e “incertidumbre” que impidió detenerle. Lo cierto es que ese documento queda desmentido o matizado por personas que sí estaban en el sitio, según disecciona ElNacional.cat con datos y análisis suficientes respecto a diferentes aseveraciones del informe policial que resultan inexactas o que “sencillamente no son ciertas”.

El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha tildado de “venganza” la suspensión de los mossos, haciendo referencia al informe elaborado por el Cuerpo para justificar el fracasado arresto. “Cada día es más espantoso. Una rueda de prensa que fue una infamia, un informe enviado al TS lleno de valoraciones políticas y errores (no sé si intencionados...) y ahora este acto de venganza como respuesta a la propia insolvencia”, ha expresado en un mensaje en su cuenta en X. El líder de JxCat ha dado su respaldo a los agentes suspendidos y manifestó que la Policía catalana, hasta ahora con Eduard Sallent como jefe, “no se merece por nada pasar esta vergüenza y que se ponga en cuestión el prestigio acumulado, por esta exhibición de incompetencia y sectarismo de su dirección”. También la presidenta de Junts, Laura Borràs, ha calificado de “decisión política” la reacción contra estos mossos y ha mostrado “todo el rechazo a los jueces que se niegan a aplicar la ley y cuyo comportamiento sí que debería de ser perseguido y suspendido”.

Por su parte, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) rechaza en una carta dirigida a la nueva consellera de Interior de la Generalitat, Núria Parlon, el “contenido, forma y tono” del documento de la Policía catalana, cuyas maneras quedan “fuera de los parámetros que debe seguir una policía democrática en informes de este tipo”. “Es totalmente inaceptable que en las consideraciones previas se parta de una actitud que incrimina a esta entidad de forma injustificada. Se habla de conceptos como supuestas amenazas del terrorismo nacionalista blanco, que no se sabe a qué se refiere ni con qué base se plantea”, añaden. “El lenguaje, la forma en que se expresa, la tergiversación de los hechos y la actitud incriminatoria que se manifiesta hacia nuestra organización y otras es más propio de la Brigada Político Social y las Brigadas de Información de la policía franquista”, reprocha la entidad que preside Lluís Llach. 

El retorno de Trapero

La cúpula de los Mossos ha estado en plena transición a expensas de que cojiera otra vez las riendas el mayor Josep Lluís Trapero, certificado este lunes como nuevo director general en sustitución de Pere Ferrer. Miquel Esquius –que ya estuvo al frente de la Policía catalana entre julio de 2018 y junio de 2019, tras la etapa del 155– será comisario jefe tras el cese de Eduard Sallent, que en su día le reemplazó. “Iniciamos una nueva etapa. Empiezan nuevos tiempos con nuevos liderazgos, no tanto por el cambio de personas, pero ahora necesitamos nuevas formas de organizar estructura de mando”, ha asegurado Parlon, que ha desvinculado la destitución de Sallent –un comisario que no tiene una buena sintonía con Trapero–, de los "errores" en el dispositivo para detener a Puigdemont y ha insistido en que es una decisión que ha hablado en los últimos días con el nuevo director de los Mossos. Trapero dejará temporalmente el cuerpo policial, mediante una excedencia en comisión de servicios especiales, para asumir el cargo político de director de los Mossos.