Las nuevas concesiones de Pedro Sánchez a Junts para salvar sus primeros decretos de la presente legislatura han servido para que el PP recrudezca su presión sobre el Ejecutivo de coalición. El escenario habría sido parecido con independencia del resultado de las votaciones en el Pleno pero Alberto Núñez Feijóo se siente ahora en disposición de reabrir la ofensiva en las calles y en los tribunales, y además, como cataloga, “sin cuartel” y “hasta la última coma” contra lo que entiende como “una extorsión”. Además de reclamar la comparecencia del líder del PSOE y la convocatoria de la Conferencia de Presidentes, el PP volverá a manifestarse en Madrid en un acto fijado para el próximo 28 de enero. “Fue la sesión más bochornosa que se recuerda en democracia porque el Gobierno, y esto es lo más grave, perdió su dignidad”, ha manifestado el presidente de los populares, quien ilustra la situación con una imagen de retrospectiva: “La misma carcajada que Sánchez me propinó a mí, ayer –por el miércoles– la emitió Puigdemont desde su casa en Waterloo tras arrodillar a los negociadores del PSOE. No hay ni un ápice de grandeza en lo que el Gobierno está haciendo con nuestro país”, ha proclamado, advirtiendo de que las “cesiones” de Sánchez al independentismo pueden ser “ilimitadas” a lo largo de la legislatura, generando “ciudadanos de primera y segunda”, y otorgando “privilegios” a unos territorios frente a otros.

“Sin descanso”. Es la batalla que prepara el PP, emplazando a Sánchez a aclarar en las Cortes “qué pagará” para sacar adelante los Presupuestos Generales y otras de las leyes “mollares” de la legislatura. De paso, ha subrayado que el Ejecutivo español “está incumpliendo la convocatoria ante los representantes ordinarios del Estado mientras el PSOE se reúne fuera de España con un fugado de la Justicia”, en alusión al líder de Junts. El equipo jurídico de Génova evaluará minuciosamente los reales decretos y acuerdos a efectos de intentar poner “coto” en los tribunales a cada decisión adoptada, al tiempo que empujarán para que los representantes políticos de todas las instituciones del Estado “tengan que decir a viva voz si avalan o reprueban todo esto”. Asimismo, Feijóo ha adelantado que cursarán un recurso en el Tribunal Constitucional contra la llamada ley ómnibus sobre la digitalización de la Justicia que supone, a su juicio, una “patada a las leyes procesales que ha tirado por la ventana sin que esté justificado y sin ningún fundamento”.

En el caso de la cesión de las competencias de inmigración a la Generalitat, cuestión que tanto Moncloa como JxCat no acaban de clarificar puesto que el Gobierno español seguirá con la titularidad y lo que hará es delegar la transferencia, considera que se trata de una “capitulación constitucional” porque compromete la unidad y la seguridad nacional. Es más, ha augurado el líder del PP que esta propuesta convertirá a los Mossos en una Policía Nacional e implicará la desaparición de comisarías y centros de este Cuerpo que quedan en Catalunya. En cuanto a la reforma de la ley de Sociedades para que vuelvan al tierras catalanas las empresas que salieron por el procés, lo valora como “una cacicada sin precedentes”. “Un país de la Unión Europea no puede interferir en la libertad de empresa ni en eliminar los restos de seguridad jurídica que nos quedan en España”, ha apostillado.

El factor Puigdemont

Feijóo ha acusado a Sánchez de ser solo el delegado del Gobierno en España porque quien “realmente preside el país por persona interpuesta está hoy riéndose en Waterloo de la que está liando en la nación a la que juró desestabilizar”. “En resumen, Sánchez y con él todo el PSOE entrega los derechos, la capacidad de decisión y los impuestos que son de todos los españoles a un partido independentista que no gobierna en la Generalitat; trocea competencias clave para crear fronteras artificiales entre los españoles; maniata a la Justicia española ante Europa para apuntalar la impunidad de un prófugo; y abre la puerta a coaccionar la libertad de establecimiento de empresas”, ha relatado el líder del PP, quien matiza: “De momento, Puigdemont no ha engañado a nadie; Sánchez, a todos”. Y advierte mirando a lo lejos: “Cuando llegue la oportunidad, acabaremos con este saqueo, extorsión y revertiremos este destrozo”.

En otra esfera, Feijóo cree que la Comisión Europea es “más necesaria e imprescindible que nunca” en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ya que el PP no se fía de la forma de negociar del Gobierno ante los consensos tejidos con Junts. Por otra parte, no ha aclarado cómo registrará su propuesta de disolver partidos políticos solo para casos muy agravados, al ser preguntado si lo hará con enmiendas parciales a la ley de amnistía o con una proposición de ley más en el Congreso. El líder de la oposición ha justificado en el derecho comparado su propuesta para disolver las organizaciones que promuevan referendos o declaren la independencia, pero expresando su disposición a discutir este asunto en el Parlamento y poder enmendarla durante la tramitación de la medida de gracia para ceñirla a casos “muy agravados”.

Inquietud socialista

Aunque el sentir general en el PSOE es de satisfacción, la estrategia a la que les somete Junts les causa inquietud. “Hay que bajar el pistón, no podemos seguir al límite”, comenta un miembro de la dirección del grupo parlamentario que cree que el Ejecutivo debe tomar nota de lo ocurrido para tratar de negociar con los grupos con antelación suficiente. Con la formación de Puigdemont, la mayoría de socialistas consultados ven mucho de “teatro” al llevar la negociación tan al extremo y opinan que con el tiempo aflojarán, ya que aún no está aprobada la ley de amnistía, por lo que Sánchez podría reservarse ese as. En todo caso, lo dijo el propio líder del PSOE: “La legislatura y la democracia pluripartidista en la que estamos tiene estos azares y bien está lo que bien acaba”.