La macrorregión atlántica iniciará su andadura en Bruselas el próximo 12 de diciembre. Se trata de una de las principales demandas del lehendakari Iñigo Urkullu, que la considera fundamental para poder seguir defendiendo la posición de Euskadi en Europa.

De este modo, Pedro Sánchez da el pistoletazo de salida a la creación de la  macrorregión como le solicitó Urkullu, en tanto que España ostenta en estos momentos la presidencia del Consejo Europeo.

Fuentes de Lehendakaritza han confirmado a este periódico que la toma en consideración de la creación de la macrorregión Atlántica entrará en el orden del día de la Comisión de Asuntos Generales del Consejo de la Unión Europea en su reunión del próximo martes 12 de diciembre.

En junio, Urkullu apremió al presidente español a impulsar el proyecto en el marco de la presidencia española del Consejo de la UE. De llevarse a cabo, Euskadi, Galicia, Asturias y Cantabria pasarían a tener estatus de macrorregión.

Esto supondría abrir el foco de sus reflexiones más allá de la cooperación en el eje marítimo y portuario y darle más peso a temas como el transporte, participar en conferencias internacionales, tener un marco político más institucionalizado que facilite optimizar los Presupuestos para este eje, o extender la cooperación a nivel transatlántico y a regiones ultraperiféricas.

"Espaldarazo" al proyecto

El Gobierno vasco ha valorado que el hecho de que la Comisión de Asuntos Generales del Consejo de la UE vaya a tratar la posible creación de la macrorregión supone un "espaldarazo" a esta iniciativa.

En la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, el portavoz Bingen Zupiria ha advertido de que actualmente existe una "preocupación" por el hecho de que el "centro de gravedad" de Europa se pueda estar desplazando hacia el este en detrimento de la fachada atlántica.

La Asamblea de la Comisión del Arco Atlántico aprobó el pasado mes de mayo en Cardiff, la capital de Gales (Reino Unido), una declaración en la que pedía a la Unión Europea la creación de la macrorregión atlántica en la que se apostaba por la participación de las regiones y las comunidades autónomas implicadas en todos los órganos de gobierno de la futura entidad.

Previamente a esta declaración los presidentes de Euskadi, Cantabria, Asturias y Galicia plantearon trabajar como "un lobby" ante Europa para impulsar esta macrorregión que daría un impulso a las conexiones ferroviarias, eléctricas, gasísticas y de hidrógeno.