La polvareda que ha levantado el PP no le ha hecho cambiar de opinión. Si el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ya decía en la entrevista del pasado domingo con este periódico que había que respetar las dinámicas de cada municipio, este miércoles ha vuelto a rechazar que las alcaldías de Guardia y Bastida se conviertan en una contrapartida al PP, ha dicho que no pueden elevarse a cuestión nacional y que la decisión corresponde en exclusiva a la Ejecutiva jeltzale en Araba y a las ejecutivas de cada pueblo. El PP, por su parte, pide que le dejen gobernar porque fue la lista más votada y reclama que el PNV no se las dispute, o de lo contrario no se prestará a dar estabilidad a los gobiernos de PNV y PSE. “Hay que dar normalidad a todo esto. Si les ponemos la lupa a estos dos pueblos, los vamos a achicharrar, y es lógico que tengan capacidad para pensar lo que creen que es mejor para su pueblo”, dijo Ortuzar en Radio Nacional de España.

Ortuzar quiere quitar presión al PNV en ambas localidades para que decida lo más conveniente desde el punto de vista de su propia realidad y las opciones de gobernabilidad. El alcalde de Guardia confirmó el martes sus aspiraciones, aunque el ABB no ha fijado criterio aún. En Bastida, la situación no es exactamente la misma porque el PP está más fuerte que en Guardia. En cualquier caso, se ha generado tal debate que ahora el PNV de Bastida podría verse presionado para presentarse ya y que no se interprete que cede ante el PP. Eso es lo que no quiere Sabin Etxea, que aclara que cualquier decisión, presentarse o no, será autónoma. Y no negociada con el PP.

Ortuzar recordó que no le gustan “el dedazo ni mandar desde Sabin Etxea lo que tiene que suceder en un pueblo o territorio”. Por otro lado, sobre Alberto Núñez Feijóo, repitió que el mayor inconveniente para apoyar su investidura es que pactará con Vox, pero también “su viaje a la derecha extrema” con sus mensajes sobre la Ley Trans.

Iturgaiz insiste

Desde el PP de la CAV, Carlos Iturgaiz reiteró en Radio Euskadi que con independencia de lo que ocurra desalojará a Bildu de otras plazas para que gobiernen PNV y PSE, pero amenazó de nuevo con un escenario de inestabilidad: “No vamos a dar un cheque en blanco si no hay correspondencia donde hemos ganado”.