El consejero de Educación, Jokin Bildarratz, ha asegurado este miércoles que todas las familias "van a poder seguir eligiendo el modelo" lingüístico que quieran con la nueva ley educativa, en respuesta a las advertencias del PSE-EE, que ha insistido en que no apoyará un proyecto normativo como el actual que "desplaza el actual sistema de modelos".

Bildarratz ha hecho esta afirmación durante su comparecencia parlamentaria en la que ha explicado este proyecto legal, aprobado por el Gobierno vasco, y en el que, según ha apuntado, se recogen las bases del acuerdo educativo alcanzado en abril del pasado año por PNV, EH Bildu, PSE-EE y Elkarrekin Podemos-IU.

El consejero ha repasado los distintos capítulos de este texto, del que ha asegurado que mira al futuro, que tiene la inclusión y la equidad como eje y que es producto del diálogo permanente con todos los agentes del sector.

En definitiva, ha subrayado que dotará de estabilidad al sistema y que la consolidación y el "impacto real" de muchas de sus actuaciones, como las encaminadas a acabar con la segregación escolar por origen socioeconómico, "requieren de un desarrollo a largo plazo" para lograr una "transformación gradual".

PSE: SE DEBEN REVISAR LOS MODELOS LINGÜÍSTICOS

    Una vez escuchada la intervención del consejero, los grupos han expuesto sus dudas y opiniones. Las críticas no han llegado solo desde partidos de la oposición como PP y Elkarrekin Podemos-IU, coalición que ya anunció una enmienda a la totalidad nada más conocer la literalidad del proyecto, sino también de los socialistas que comparten gobierno con el PNV en Euskadi.

En este sentido, María Jesús San José (PSE), ha advertido de que hay determinados elementos de la norma que deben ser "revisados" durante la tramitación parlamentaria, entre los que ha citado los modelos lingüísticos, que para su partido "quedan desplazados" del proyecto para dar paso a "un modelo único en el que se enseñan ambas lenguas cooficiales y una extranjera".

"Estamos dispuestos a hablar sobre este asunto y llegar a nuevos consensos, pero no apoyaremos ningún marco lingüístico que cree estigmatización ni exclusión en el alumnado. No estamos hablando de una escuela meramente euskadun sino trilingüe. Hablamos de enriquecimiento lingüístico y en esto no puede haber ninguna confusión", ha subrayado.

Ha confiado en que estas diferencias se solucionen en el trabajo en ponencia y con los máximos consensos políticos al insistir en que lo importante es que el alumnado "tenga la garantía de poder estudiar en euskera y castellano y ser competente en un tercer idioma".

BILDARRATZ: EL PROYECTO RECOGE EL ACUERDO PREVIO

    Bildarratz le ha respondido que el proyecto recoge "lo mismo que recogía el acuerdo de abril de 2022. Ni más ni menos", en materia de modelos, que según ha reiterado seguirán vigentes porque también lo está el decreto que los regula.

"Las familias van a poder elegir el modelo en el que quieran educar a sus hijos", ha insistido el consejero, quien ha vuelto a señalar que cada centro hará su propio proyecto lingüístico para responder a la realidad social de su municipio".

Desde EH Bildu, Ikoitz Arrese ha considerado que la ley no recoge los modelos actuales, porque contempla el "modelo plurilingüe del acuerdo de abril", lo que supone que "se da un salto hacia la superación de los modelos actuales para ir a uno más inclusivo".

Isabel González (Elkarrekin Podemos-IU)  ha dejado claro que su grupo es muy crítico con la ley porque "no fortalece" la escuela pública", presenta "falta de compromiso para acabar con la segregación" y supone una "patente de corso para la privatización del sistema".

José Manuel Gil (PP+Cs) lo ha definido como "el peor proyecto de ley" porque supone la "euskaldunización forzosa" y pone la educación "en manos de Bildu".

Por último, Leixuri Arrizabalaga (PNV) ha asegurado que "no hay más ciego que el que no quiere ver" al defender que el proyecto "traslada con precisión el pacto educativo".