Para evitar confusiones campechanas entre abejas y avispas y si unas son mejores que las otras, Andoni Ortuzar ha optado por el mensaje directo y por recurrir a las comparaciones de toda la vida. Mejor puentes que trincheras, mejor ilusión que pena y mejor futuro que pasado. Lo ha dicho en su tono habitual, sin milongas, y con un destinatario claro: todo el que lo quiera escuchar y entender. Porque el presidente del EBB del PNV ha querido compartir en voz alta algunas de esas reflexiones que agitan conciencias, sobre todo en tiempo de elecciones que es cuando el viento sopla más fuerte.

Lo ha hecho con la confianza de que las ideas y proyectos defendidas por las planchas jeltzales a lo largo y ancho de Bizkaia son las que necesitan los municipios del Territorio a los que representan para seguir progresando, evolucionando hacia escenarios más amables y positivos. El propio Ortuzar ha reconocido que el carrusel de crisis encadenado desde 2008, la pandemia y todos los innumerables daños colaterales engendrados tras la invasión rusa de Ucrania no contribuyen a tener sensaciones comprensivas. No obstante, el líder jeltzale ha tirado de hemeroteca y de programas electorales para tratar de levantar los ánimos.

“¿Alguien conoce algún proyecto real, de tocar, ilusionante, de algún otro partido? Ni la Inteligencia Artificial esa es capaz de encontrar algún proyecto serio y viable en otros programas”, ha trasladado el presidente del EBB del PNV durante su intervención en el mitin de campaña organizado en Erandio. A su juicio, estos tiempos de promesas y palabrería son ideales para poner al descubierto a todo un elenco de “falsos preocupados” de unas siglas y de otras que aprovechan estas jornadas para realizar ofrendas a diestro y siniestro con el fin de recoger votos entre personas indecisas y mosqueadas con nada en particular y con todo en general. Por eso Ortuzar es más partidario de separar el polvo de la paja y la verdad de la mentira.

Y sobre todo, de mirar a la cara a las personas y de escucharlas, para bien o para mal. Porque siempre hay margen de mejora, ha colado en su discurso con referencias a los servicios públicos tan cuestionados por sindicatos y los extremos políticos, por la derecha y por la izquierda. “Creo que están envenenando a la sociedad. O eso intentan. Pretenden conseguir lo mismo que los malos manipuladores. Creen que repetir mil veces una mentira la convierte en verdad. Y no, una mentira siempre será una mentira”, ha telegrafiado el líder jeltzale entre los aplausos de los simpatizantes y militantes reunidos en Erandio.

No hay recetas mágicas

Para Ortuzar, es posible entender que algunas personas puedan caer en el desánimo después de los cursos tan duros en lo económico y financiero, en lo social y en lo sanitario. Con todo, se ha atrevido a apostar por avivar la llama de la ilusión de las personas. No hay recetas mágicas para ello. Los servicios públicos y la cobertura social promovida y auspiciada por las administraciones -ayuntamientos, diputación foral y gobierno vasco- son esenciales. Pero Ortuzar ha añadido otro ingrediente: las ideas y los proyectos. Lejos de la autocomplacencia, el presidente del EBB del PNV ha reconocido que, efectivamente, “hay cosas que pueden funcionar mejor, pero en general este país funciona”.

En este punto, ha echado la mirada política décadas atrás para poner los puntos sobre las íes y despejar las posibles dudas que siempre envuelven a los bulos y a las mentiras. El metro y el Museo Guggenheim volvieron a tener su minuto de gloria años después. “Estaríamos mucho mejor, pero muchísimo mejor, si todos esos que ahora van de preocupados no hubieran metido palos en la rueda de Euskadi. Porque se han pasado cuarenta años frenando Euskadi, arruinándola. Como para que ahora vengan a dar lecciones. Esa es la verdad. La verdad que algunos no quieren ver”, ha sentenciado Ortuzar en presencia de un buen puñado de aspirantes jelkides a alcaldías en distintos municipios.

Puppy y el madroño. Con su tono mordaz, Andoni Ortuzar no ha querido pasar por alto en su discurso las visitas electoralistas cursadas a Bilbao y a otros puntos de la geografía vasca por las cabezas visibles del PSOE y del PP para exteriorizar en público su apoyo a los candidatos de sus franquicias en suelo vasco. “Vienen, echan su proclama, se meten un rato con nosotros, juegan a hacer la ‘guerra del norte’, prometen cosas que saben que no van a cumplir, y, esta noche, de nuevo en Madrid. Porque son del oso y del madroño. ¡Y nosotros somos de Puppy y del árbol de Gernika! Esa es la diferencia. Por eso, nosotros y nosotras no podemos actuar así. Nos vemos todos los días. Y no podríamos mirar a la cara a nadie. Y eso es lo primero. Poder mirar a la cara a las personas porque no tienes nada que ocultar, nada que esconder”, ha zanjado.

Los zánganos y el picar y listo. La labor polinizadora del mensaje ha sido todo un éxito desde que el presidente del EBB del PNV acertara a buscar parecidos razonables entre los partidos políticos y las abejas y las avispas. Esta tarde, en Erandio ha vuelto a insistir para aclarar dudas: incluso los zánganos cumplen su función, algo que las avispas no tienen tan definido en su ADN.