Los dos miembros de ETA que testificaron ante la Jefatura de Información de la Guardia Civil (UCE-1), hace unos meses, dando cuenta de cómo era el funcionamiento de la organización dieron a los investigadores 12 nombres de jefes de ETA que habrían estado al mando en épocas donde se produjeron atentados relevantes y que, según habrían explicado, debían dar luz verde para ir contra objetivos políticos.

Tal y como ha podido confirmar Europa Press, a través de fuentes jurídicas, uno de los nombres que han dado es el de José Antonio Urrutikoetxea, alias 'Josu Ternera', que permanece en libertad provisional con medidas cautelares y que en enero de 2024 se enfrentará en la Audiencia Nacional al juicio por su presunta participación en el atentado cometido en 1987 contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, por el que la Fiscalía pide más de 2.000 años de cárcel para él por 11 delitos de asesinato consumado y otros 88 delitos de asesinato frustrado.

Los exmilitantes de ETA, testigos protegidos 001 y 002, permanecieron en la organización en diferentes épocas --uno de ellos en la década de los 80 y el otro en los 90-- y entre ambos han ofrecido a los investigadores una fotografía de "la estructura, el funcionamiento y la composición de las estructuras directivas de la organización terrorista".

Listado de nombres

Los nombres que han aportado, además del de Ternera, son los de  Santiago Arróspide, alias 'Santi Potros'; Eugenio Etxebeste Arizkuren, alias 'Antxon'; José Javier Zabaleta, alias 'Baldo'; Francisco Múgica Garmendia, 'Pakito'; Domingo Iturbe, 'Txomin'.

A esos 'históricos' de la organización terrorista suman los de Mikel Albisu Iriarte, 'Mikel Antza'; Ignacio de Gracia Arregi, 'Iñaki de Rentería'; José Javier Arizcuren Ruiz, 'Kantauri'; Javier García Gaztelu, 'Txapote'; Julián Achurra Egurola, 'Pototo'; y María Soledad Iparraguirre, 'Anboto'.

Fuentes consultadas apuntan que el primero de los testigos es quien habría ofrecido los nombres de los seis de su etapa más el de otros cinco de los que sabía tanto por conocimiento propio como por otros miembros de la organización con los que compartió prisión, mientras que el segundo habría corroborado y completado la lista con un nombre más.

Según ha trascendido de estas dos testificales, los miembros de ETA debían contar con la autorización de los jefes de la organización para perpetrar los asesinatos de políticos. Y este extremo podría ser una prueba fundamental para demostrar la autoría mediata en casos como el de Miguel Ángel Blanco o Gregorio Ordóñez.

De hecho, Alejandro Abascal, que es el juez de la Audiencia Nacional que indaga en la presunta participación de la cúpula de ETA en el asesinato el 23 de enero de 1995 en Donostia del concejal del Partido Popular Gregorio Ordóñez, citó a los dos miembros de ETA para que ratificaran en sede judicial lo dicho ante la Guardia Civil.

Luz verde de la cúpula

Esa comparecencia se produjo y ambos incidieron en que si bien para asesinar a militares, guardias civiles o policías nacionales --objetivos que calificaron de "permanentes"-- no necesitaban luz verde de la cúpula, para otros objetivos como políticos o jueces sí era necesario.

Así, por el momento, la testifical ya se ha incorporado a la instrucción del asesinato de Gregorio Ordóñez. Y dada la trascendencia de su relato, la asociación Dignidad y Justicia presentó un escrito ante la Audiencia Nacional, al que tuvo acceso Europa Press, en el que solicitaba se haga copia testimoniada para que sea incorporada al resto de causas abiertas en la Audiencia Nacional y que indagan en la posible responsabilidad penal de la cúpula en determinados atentados de ETA.   

Gregorio Ordóñez

Cabe recordar que la Audiencia Nacional ya condenó a Juan Ramón Carasatorre, apodado 'Jon' y 'Zapata', Javier García Gaztelu, 'Txapote', y Valentín Lasarte como autores materiales del atentado cometido contra el concejal vasco, a quien dispararon cuando se encontraba almorzando en un bar de la capital donostiarra con la entonces secretaria del Grupo Popular, María San Gil, y otros dos colaboradores.

La investigación de este atentado se retomó en 2015, cuando los hechos estaban cerca de prescribir, a instancias de una querella presentada por Consuelo Ordóñez, hermana del concejal asesinado y actual presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), para que se identificara y juzgara a los 'cerebros' de este crimen.

Autoría intelectual

Los informes de inteligencia elaborados entonces por la Guardia Civil permitieron al anterior titular de dicho juzgado, Santiago Pedraz, atribuir la autoría intelectual a 'Iñaki de Rentería' y Mikel Albisu, 'Mikel Antza', así como a los también miembros de la antigua cúpula de ETA Julián Achurra Egurola, 'Pototo'; José Javier Arizcuren Ruiz, 'Kantauri'; y Juan Luis Aguirre Lete, 'Insuntza'.

'Insuntza' sería el único nombre de los jefes de ETA que los testigos protegidos no habrían aportado en esa lista de doce.   

Miguel Ángel Blanco

En el caso del asesinato de Miguel Ángel Blanco, la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional ya condenó en 2006 a 50 años de cárcel al exdirigente Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote', y a su compañera sentimental y miembro de ETA Irantzu Gallastegui Sodupe, 'Amaia', como autores materiales.

Pero en marzo de 2022 el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón acordó reabrir la investigación sobre este asesinato, que tuvo una enorme repercusión social, después de admitir a trámite una querella presentada por la Asociación Dignidad y Justicia (DyJ).

En su escrito, la asociación dirigía su acusación contra los jefes de la organización en el momento de los hechos: José Javier Arizcuren Ruiz, alias 'Kantauri'; Ignacio Miguel Gracia Arregui, alias 'Iñaki de Rentería'; Juan Carlos Iglesias Chouzas, 'Gadafi'; Asier Oyarzabal, alias 'Baltza'; María Soledad Iparraguirre, 'Anboto'; Miguel Albisu Iriarte,'Mikel Antza'; Vicente Goicoechea 'Willy'; Jokin Echevarria y Carlos Ibarguren 'Nervios'.