Juan Carlos I tiene previsto llegar mañana, miércoles, a Sanxenxo (Pontevedra) procedente de Londres, en su segunda visita al Estado desde que decidió marcharse a vivir a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en agosto de 2020 por la controversia sobre su patrimonio en el extranjero.

El rey emérito regresa once meses después de su primer viaje, aunque la previsión es que su estancia esté marcada por la discreción, después del malestar que causó en el Gobierno español su anterior estancia en Sanxenxo y su negativa a dar explicaciones por su comportamiento personal tras las irregularidades fiscales que cometió en los últimos años de su reinado y tras la abdicación.

Al llegar en un avión privado, no se ha confirmado a qué hora aterrizará en el aeropuerto de Vigo (Pontevedra), desde donde se desplazará a Sanxenxo para estar con sus amigos de la vela hasta el domingo, según su plan inicial, con motivo de la regata que se celebra este fin de semana y en la que va a participar el Bribón.

Juan Carlos I llegará a España después de haber estado dos días en Londres, donde cenó el lunes con un grupo de amigos en el selecto club privado Oswald's, en el centro de la capital, según las fotos publicadas por el tabloide Daily Mail.

La idea del emérito era verse con Carlos III de forma privada, pero la Casa Real británica y la Embajada del Reino Unido en España descartaron la pasada semana que esa cita fuera a tener lugar, sin que se hayan vuelto a pronunciar al respecto.

El Rey emérito a bordo del Bribón durante su visita a Sanxenxo el pasado año. EP

Todo indica que su agenda en Londres concluirá con su asistencia al partido entre el Chelsea y el Real Madrid de los cuartos de final de la Liga de Campeones, invitado por el presidente del club blanco, Florentino Pérez.

Don Juan Carlos, de 85 años, se alojó el pasado año en Sanxenxo en casa de su amigo Pedro Campos, como ha hecho en otras ocasiones, si bien el patrón del Bribón no lo ha confirmado y no se descarta que se quede en otra vivienda de la zona.

Campos ha guardado silencio estos días en línea con la discreción con la que se prepara la visita, lo que ha llevado a que se hayan impuesto restricciones a la prensa en el club náutico de la localidad pontevedresa.

El alcalde del municipio, Telmo Martín, quien comunicó el pasado año el regreso a España del padre de Felipe VI, también ha optado por no dar detalles de su llegada.

"No tengo ninguna noticia oficial de que llegue mañana (...) El año pasado el rey llevaba más de dos años sin venir a España y fue noticia a nivel mundial. Este año, si tenemos la suerte de que venga, viene a disfrutar de las regatas en la ría de Pontevedra, que es la mejor ría del mundo para hacer el deporte que más le gusta", ha comentado Martín a los periodistas.

Debido a sus problemas de movilidad, la idea del anterior jefe del Estado es reposar mañana tras su llegada y embarcar el jueves para entrenarse con la tripulación con vistas a la regata, que se va a celebrar el sábado y el domingo.

Juan Carlos I cerró su primer viaje en el Palacio de la Zarzuela, donde mantuvo una larga charla con Felipe VI en la que este le trasladó su incomodidad por cómo se había desarrollado su estancia en la localidad gallega.

Esta vez no está previsto que el rey emérito se encuentre con su hijo, quien se enteró por la prensa de su segundo viaje a España.

La Casa del Rey contaba con que viniera en junio, una vez celebradas las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, al considerar inoportuno que estuviera en España durante el periodo electoral, que comenzó el pasado día 4 con la firma del decreto de convocatoria de los comicios por parte de Felipe VI.

La nueva visita de don Juan Carlos ha suscitado las críticas de partidos como Podemos, ERC o EH Bildu, que han convenido en tacharla de "indecencia" y "show mediático".

El portavoz de Podemos, Javier Sánchez, ha opinado que la presencia de una persona que "nunca respondió por sus fechorías" es un "descrédito" para las instituciones, por lo que "debería estar dando explicaciones y no haciendo regatas".

EH Bildu ha exigido al Gobierno retirarle el título de rey honorífico por "higiene democrática", según su portavoz, Mertxe Aizpurua, mientras que el de ERC, Gabriel Rufián, ha señalado que el viaje demuestra la impunidad en este país de un "señor que fomentó corruptelas en los últimos 40 años".