El Congreso de los Diputados vive hoy una de las jornadas más surrealistas de la democracia española con una moción de censura estrambótica presentada por la ultraderecha y que, como si de un boomerang se tratara, ha terminado volviéndose en contra de los de Santiago Abascal.
Más allá de las extravagancias del candidato independiente, Ramón Tamames; Vox ha regalado a Pedro Sánchez una oportunidad de oro para explayarse sin límite de tiempo y presumir de gestión en las políticas públicas, y a Yolanda Díaz una ocasión ideal para vender las bondades de su plataforma Sumar, ahora que ha confirmado que se presenta a las generales.
Mientras tanto, un Abascal visiblemente incómodo ha tratado de eclipsar a Tamames copando las horas iniciales de la sesión en un cara a cara con Sánchez del que ha salido escaldado.
Y es que la ultraderecha, viendo que su plan de un candidato independiente hacía aguas en los últimos días debido a la tendencia de Ramón Tamames a ir por libre en su discurso, ha intentado convertir la primera sesión de la moción en un cuerpo a cuerpo con el Gobierno de coalición para confrontar discursos.
Así las cosas, durante la mañana Sánchez y Abascal han acaparado el debate, confrontando sus modelos y relegando a Tamames a un papel de secundario de lujo.
Durante las réplicas y contrarréplicas que se han dedicado, el presidente del Ejecutivo español ha afeado a Vox que ponga el grito en el cielo por “un garbanzo negro” en el PSOE, en referencia al exdiputado Juan Fernando Fuentes, conocido como Tito Berni; y ha acusado a Abascal de connivencia con la corrupción cuando militaba en el PP y cobraba de “chiringuitos” de la Comunidad de Madrid.
Santiago Abascal, por su parte, se ha defendido ligando a Sánchez con el caso de los ERE en Andalucía, así como recordando “el papel del PSOE en los golpes de Estado en la II República”.
Más allá, Sánchez ha empleado el resto de sus intervención –de tiempo ilimitado por el formato de la sesión– en presumir de buena gestión, de cumplir con los compromisos europeos y de tratar de ayudar a las familias más vulnerables ante las crisis casi seguidas del covid-19 y de la guerra de Ucrania.
Discurso caótico de Tamames
Ya en la tercera hora de la sesión, ha intervenido el veterano economista para explicar su programa de alternativa de Gobierno, en lo que fue un discurso desordenado y a ratos caótico, leído a trompicones por el hándicap de su avanzada edad.
Como ejemplo de ello, Tamames ni ha citado el que había dicho que era el principal leitmotiv de su moción de censura: la convocatoria de elecciones generales para el 28 de mayo, coincidiendo con las autonómicas y municipales.
En esa línea, las ocurrencias y desmarques de la postura oficial del partido que le propone han sido continuos en la intervención inicial del antiguo dirigente comunista que, entre otras cuestiones, ha acusado a los Estados Unidos de instigar la guerra de Ucrania, y ha asegurado que las bases de Vox creen en el cambio climático, al contrario que sus dirigentes.
Ya más en sintonía con el partido que le propone para liderar el Gobierno –iniciativa que decaerá mañana en la votación final–, ha hecho un diagnóstico de un Estado español amenazado por los nacionalismos y en el que a su juicio se vulneran los derechos lingüísticos de los hispanohablantes.
También ha llamado a reconquistar Gibraltar, “una colonia inglesa que no podemos permitir”, a la par que ha expresado que en la Guerra Civil “no hay un lado bueno y uno malo”.
