El lehendakari no erró en el cálculo cuando aseguró hace unos días que contaba con el apoyo de Nueva Aquitania y de otros territorios como Nafarroa para reclamar la macrorregión atlántica y el cumplimiento de los compromisos de Francia con la alta velocidad. La lista de apoyos aumenta por momentos. Los territorios que se sitúan a ambos lados de la muga entre los estados español y francés han proyectado una imagen de unidad durante la asamblea de la eurorregión Nueva Aquitania-CAV-Nafarroa celebrada este lunes. El lehendakari, Iñigo Urkullu; el presidente de la eurorregión y de Nueva Aquitania, Alain Rousset; y la presidenta navarra, María Chivite, no solo han profundizado en sus lazos con un plan para 2023, sino que también comparten su apuesta por eliminar los obstáculos que complican esta colaboración o que amenazan con restar influencia a sus territorios. Por un lado, coinciden en exigir que se constituya una macrorregión atlántica para no perder influencia en la Unión Europea y, por otro, han reclamado a las autoridades estatales que cumplan sus compromisos para facilitar la vida cotidiana a ambos lados de la frontera, por ejemplo, cumpliendo el plazo de la conexión ferroviaria de alta velocidad para no perder posiciones en términos de desarrollo económico, un plazo que Europa sitúa en 2030 y Francia no contempla que se cumpla. Por ello, se han mostrado dispuestos a presionar ante la Unión Europea para que haga cumplir los plazos a las autoridades francesas y le han pedido públicamente que se implique.
También quieren que la parte francesa abra los pasos fronterizos que siguen cerrados y que ponen barreras a las relaciones a ambos lados del Bidasoa, además de haber ocasionado ya pérdidas humanas en el caso de los migrantes que tratan de cruzar el río. Esta reunión es la asamblea ordinaria anual, y ya estaba prevista antes de que estallara la polémica por los incumplimientos de Francia y por el informe del Elíseo que retrasa hasta 2042 la conexión de alta velocidad Burdeos-Dax y ni siquiera pone plazo a la conexión con Hendaia, pero esta fotografía añade presión a los estados para cumplir los compromisos.
Esta fotografía cierra el círculo que comenzó a trazarse el lunes de la semana pasada con la reunión en Ajuria Enea entre el lehendakari y los presidentes de Galicia (PP), Asturias (PSOE) y Cantabria (PRC). El propio Urkullu ha considerado que esta reunión de la eurorregión da continuidad a la cumbre de Ajuria Enea y al nacimiento del lobby cantábrico. Euskadi suma apoyos.
Los apoyos plurales, de diferentes siglas políticas (Rousset y Chivite, por su parte, son socialistas), demuestran que esta reivindicación va más allá de los intereses particulares y que existe una preocupación real por el desplazamiento del eje europeo hacia el este o el eje mediterráneo. Otro aliado clave es la Comisión Europea, que ha afeado públicamente a Emmanuel Macron sus planes sobre la alta velocidad, aunque todavía no ha tomado forma ninguna actuación concreta de las instituciones comunitarias. En cuanto a los territorios, la presión se la dirigen públicamente a Macron por su informe sobre el tren, aunque a día de hoy tampoco existe ningún tramo de alta velocidad operativo en Euskadi en lo que depende del Estado español y el PNV ha presionado a Sánchez en el Congreso en las últimas jornadas.
Afección negativa en los ciudadanos de la zona
En la asamblea celebrada en el Ayuntamiento de Donibane Garazi con el alcalde Laurent Inchauspe como anfitrión, se han abordado el plan para 2023 y algunas convocatorias de ayudas. En una comparecencia conjunta posterior, Urkullu puso en valor que la eurorregión tiene en marcha el Plan Estratégico 2027 y el programa Poctefa con el reto de gestionar 15,5 millones en siete años y avanzar en una gobernanza multinivel dentro de esta propia organización institucional. Pero, en las cuestiones que no dependen de esta eurorregión, el balance sigue siendo magro. Por un lado, recordó que en enero de 2021, el Estado francés decidió cerrar nueve pasos fronterizos de la eurorregión. Él mismo denunció la situación en una carta al presidente Sánchez y al entonces primer ministro Jean Castex. "Algunos pasos se han abierto, pero cuatro siguen cerrados", dijo, en alusión al paso de montaña de Larraun, Aldude, el alto de Izpegi y la avenida de Hendaia. Criticó que esta situación tiene consecuencias negativas para los ciudadanos de la zona. También se ha dirigido al presidente Macron como presidente del grupo de trabajo de los Pirineos. Para Urkullu, los cierres y controles permanentes degradan los ecosistemas sociales y económicos existentes y son contrarios a la libertad de circulación europea.
Por otro lado, destacó la "honda preocupación" por el incumplimiento de los plazos de la conexión de alta velocidad. Teniendo en cuenta que el ministro francés de Transportes se comprometió a cumplir con las previsiones europeas en la reciente cumbre con el Estado español, celebrada en enero en Barcelona, y que esa promesa choca ahora con un informe del propio Elíseo, las tres partes quieren que la Unión Europea tome nota de este incumplimiento y que haga valer los plazos de su reglamento TEN-T. "Esto causa gran preocupación en Nueva Aquitania y en Euskadi, en las comunidades atlánticas afectadas y en Navarra. También perjudica a Portugal. El resultado sería la marginalización de la fachada atlántica y un retraso que costaría recuperar y afectaría al desarrollo económico y social de las comunidades del Atlántico", alertó. Por otro lado, agradeció a Rousset y Chivite el compromiso de sus gobiernos con el proyecto de macrorregión, como territorios que forman parte también del arco atlántico. Señaló los objetivos compartidos como la conexión ferroviaria atlántica, del hidrógeno y mejorar las conexiones eléctricas.
La presión a Europa
Rousset y Chivite se mostraron totalmente de acuerdo con la necesidad de impulsar la conexión de alta velocidad, también para aligerar el tráfico de camiones y mercancías por carretera en la frontera, cuestión a la que se refirieron ambos. Rousset mostró su apoyo a "todas las iniciativas" en este sentido. Chivite fue tajante: "Todos tenemos que hacer fuerza para que Francia cumpla con los plazos que comprometió ante Europa. Tendremos que hacer presión ante las instituciones europeas para que los plazos se cumplan. Sigamos impulsando manifestaciones favorables al desarrollo de esta infraestructura. La considero necesaria, para que gran parte del transporte de camiones pase al transporte ferroviario por competitividad empresarial, ya que Navarra es industrial y exportadora, y también por compromiso con la agenda verde", recalcó. Por ello, avisó de que “Francia tiene que cumplir con los plazos”, y de que “cualquier retraso implica un perjuicio para el conjunto de los países”. Chivite se ofreció a participar en todos los foros formalmente constituidos, y no aludió de manera expresa al lobby con Galicia, Asturias y Cantabria.
Por otro lado, cuando se le pidió una valoración sobre la respuesta de Macron a su carta, el lehendakari insistió en que fue una respuesta "genérica, manifestando su compromiso genérico, sí, pero unos días más tarde esa respuesta se veía muy cuestionada" por los informes franceses que retrasan el tramo ferroviario de alta velocidad Burdeos-Dax a 2042 y ni siquiera ponen plazo a la conexión con Hendaia. "Afecta a las instituciones europeas. Demandamos de las instituciones europeas el cumplimiento del compromiso de la red básica del transporte ferroviario. El compromiso es 2030 y la red es un compromiso de red básica, el core network, y es a las instituciones europeas a las que demandamos que presionen para el cumplimiento del Estado francés", recalcó, para añadir que además tienen la preocupación por el corredor del hidrógeno y por la necesidad de agilizar las conexiones eléctricas.