Todo parece apuntar a que la transferencia de los trenes de cercanías solo se va a desbloquear con un impulso político por parte del Gobierno español. Los grupos técnicos de los gobiernos vasco y español se encuentran en un callejón sin salida. Ambos pusieron fin a su encuentro de la semana pasada con las posiciones muy enfrentadas, un choque que se produjo por la negativa del Estado a descontar el dinero de este traspaso del Cupo que paga anualmente Euskadi como sucede con el resto de materias y como estipula el sistema del Concierto Económico. Es evidente que la parte vasca no ha querido hacer sangre ni hablar de ruptura, aunque se mantiene firme en su posición y a la espera de que este nudo entre los funcionarios lo desate la voluntad política. En anteriores ocasiones, este impulso ha provenido de la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, que ahora sin embargo dice que se ha cedido lo suficiente; o del propio presidente español, Pedro Sánchez.

El portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, ha querido este lunes valorar en su justa medida el bloqueo de estos días y aclaró que esto es la prueba de que el traspaso no estaba tan cerrado como vendieron otros responsables políticos. Parecía referirse, sin citarlo, al delegado del Gobierno español, Denis Itxaso, quien había situado el traspaso en su recta final. Pero Zupiria añadió que este traspaso tendría que cerrarse pronto, algo que sucedería si “alguien le diera un impulso político”, según dijo en ETB-1. 

Desde la consejería de Autogobierno que dirige Olatz Garamendi mantienen que aún queda recorrido y trabajo por delante, y que es necesario un impulso político. El asunto del Cupo es irrenunciable, también para el PNV. En esta ocasión, la negociación de las transferencias no está sobre la mesa de los Presupuestos estatales, lo que propicia que el diálogo se desarrolle sin condicionantes externos. En principio, los cálculos apuntaban a que el traspaso podría acordarse a finales de este año. 

Sin movimientos en otros puntos del Estatuto de Gernika

En el resto de transferencias, no hay ningún avance ni contactos exploratorios siquiera. Zupiria repitió este lunes que “no hay respuesta” a la propuesta de activar los grupos técnicos para abordar las ofertas que ha enviado Garamendi sobre las autorizaciones iniciales de trabajo en migración, ordenación del litoral, meteorología, salvamento marítimo, fondo de protección a la cinematografía, y Centro Nacional de Verificación de Maquinaria en Barakaldo. 

Tampoco hay respuesta a la petición del lehendakari de poner en marcha una Comisión Permanente de Transferencias para abordar qué va a suceder con el resto del proceso, con la treintena de materias que quedan. El Gobierno vasco vuelve a recordar que no es una petición extravagante o caprichosa, sino que el propio Estatuto de Gernika recoge una previsión para constituir un foro y abordar la metodología del proceso. Se habla de un mes en el Estatuto, el mismo plazo que fijó el lehendakari y que expiró el día del aniversario del Estatuto, el 25 de octubre, sin que el Gobierno español respondiera formalmente a este planteamiento.