El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha afirmado este jueves, en un nuevo Día de la Memoria, que la necesaria "autocrítica" sobre el problema de violencia sufrido en Euskadi tiene que ser "sincera y consecuente", especialmente por parte de quienes fueron "responsables directos e indirectos de décadas de terror".

Urkullu ha exigido huir de la "autojustificación", al considerar que esta actitud "única y exclusivamente pretende justificar lo que ha sido, es y será una sinrazón ética, política y democrática".

El lehendakari ha presidido esta tarde el acto central del Día de la Memoria en la sede del Instituto Gogora, en Bilbao, al que ha acudido una amplia representación institucional y en el que se ha presentado un documento de "Bases para la construcción social de la memoria", elaborado por tres historiadores y tres víctimas.

En este documento se reclama precisamente una "revisión autocrítica" del pasado y se pide la superación de los "relatos autojustificativos".

Por encargo del Gobierno vasco, el documento ha sido realizado desde el pasado mes de marzo por los historiadores Unai Belaustegi, Eider Landaberea y Virginia López de Maturana, junto a Josu Elespe, María Jauregi -hijo e hija de Froilán Elespe y Juan María Jauregi, víctimas de ETA- y Axun Lasa, víctima de torturas y hermana de Joxean Lasa, víctima de los GAL.

Urkullu ha subrayado que este trabajo supone "una valiosa aportación para la convivencia" y ha destacado que en el camino para la construcción de la convivencia en Euskadi es necesario incluir la autocrítica y la responsabilización.

"Autocrítica de todos y todas, pero, sobre todo y muy especialmente, por parte de quienes fueron responsables directos e indirectos de décadas de terror y violencia política, porque no todos los vascos y vascas tuvieron, tuvimos, la misma responsabilidad", ha añadido. Y ha subrayado que "autocrítica y responsabilización solo serán tales si son sinceras y consecuentes".

Urkullu ha destacado que el camino hacia la convivencia exige también "huir de la autojustificación" e incluir una "mirada ética" que conlleve un "corolario final: fue injusto. Ésta es, sin duda, la mejor garantía para la no repetición", ha resaltado.

El lehendakari ha defendido la necesidad de un "futuro con memoria", entendida ésta como "pilar básico de un modelo de convivencia basado en la no violencia, en principios y valores éticos y democráticos, y en la defensa, protección y garantía efectiva de los derechos humanos".

"No podemos, no debemos, no queremos olvidar", ha concluido el lehendakari.

En el documento de "Bases para la construcción social de la memoria" presentado hoy se subraya que el "reconocimiento de todas y de cada una" de las víctimas es "fundamental para la construcción de una convivencia democrática sustentada en un futuro con memoria y verdad".

Los historiadores y las víctimas autores del documento creen que la sociedad vasca no desea hacer "borrón y cuenta nueva" y que la necesidad social "pasar página" no debe confundirse con el "olvido público", que "siempre beneficia a todo aquel que ha tenido algún nivel de responsabilidad en lo ocurrido".

Consideran también que es necesario superar los "relatos autojustificativos", que a su juicio "levantan 'muros de contención' que aíslan, excluyen y alejan de la construcción de nuevos espacios para una convivencia democrática. Este sí es un problema", alertan.

Entienden que la necesaria autocrítica "interpela directamente y sin excusas a quienes tuvieron responsabilidades directas e indirectas en las diferentes expresiones de terrorismo y en todas las manifestaciones de violencia de motivación política y vulneraciones de derechos humanos".

"Ni los conflictos políticos ni la razón de Estado justifican, en ningún caso, el uso de la violencia", ponen de relieve.

Historiadores y víctimas destacan que "el derecho a la verdad es un pilar fundamental en el que anclar la memoria para la convivencia".

Por ello, estiman que "siguen siendo necesarias tanto la clarificación definitiva o, investigación en su caso, de los hechos/casos de terrorismo de distinto signo y de vulneraciones de derechos humanos de motivación política más graves ya constatados, como la identificación e investigación de hechos/casos que todavía hoy no están esclarecidos, contemplados, recogidos o catalogados".

Los autores del trabajo resaltan que "hay que evitar" la "utilización política" de las víctimas, así como su "revictimización" en el espacio público.

La presentación de este documento ha puesto punto final a un Día de la Memoria que ha comenzado institucionalmente esta mañana con un acto en el Parlamento Vasco encabezado por la presidenta de la Cámara, Bakartxo Tejería, y el lehendakari, con la presencia de representantes del PNV, PSE-EE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, y la ausencia de PP+Cs y Vox.

El presidente del PP del País Vasco, Carlos Iturgaiz, ha dicho que no se puede estar con un partido como EH Bildu que "sigue humillando y ofendiendo a las víctimas del terrorismo".

Vox en Álava ha colocado 379 banderas de España en las campas de Armentia de Vitoria por cada uno de los asesinatos de ETA sin resolver y ha considerado que el Día de la Memoria "está desvirtuado para contentar a quienes aún aplauden el terrorismo" etarra.

Otros actos han tenido lugar en Gasteiz, Bilbao y Donostia con motivo del Día de la Memoria.

En la capital alavesa, el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, ha pedido "no idealizar el papel" de la sociedad vasca ante el terrorismo porque ETA tuvo "un importante apoyo social" y al principio "solo unos pocos se enfrentaron" a ella, como hicieron, ha recordado, los impulsores de Gesto por la Paz.

Itxaso y el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, han inaugurado un espacio dedicado a las víctimas frente al Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, cuyo director, Florencio Domínguez, también ha estado presente.

Bilbao ha acogido de nuevo el homenaje anual al magistrado José María Lidón, asesinado por ETA en 2001, y por otro lado el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, junto a representantes de la corporación municipal, ha presidido la clásica ofrenda floral en recuerdo a las víctimas en el monolito dedicado a ellas en el parque de Doña Casilda.

También el Ayuntamiento de Donostia ha celebrado la jornada con una ofrenda floral, presidida por el alcalde, Eneko Goia, que ha concitado a responsables de todos los grupos políticos, excepto el PP.

El Día de la Memoria fue instaurado 2010 por las instituciones vascas, que eligieron el 10 de noviembre porque en esta fecha no se produjo nunca un atentado mortal.