- El grupo PP+C’s llevó ayer a pleno lo que presentó como un “uso del euskera como elemento de confrontación”. Lo hizo a cuenta de las imágenes que acompañaron a la última edición de la Korrika, en la que algunos de los participantes exhibieron durante su carrera fotografías de presos de ETA.
“La 22 edición de la marcha en favor del euskera se ha convertido en una constante expresión de provocaciones radicales, de falta de respeto a las víctimas del terrorismo y de una obscena exhibición de personajes, de lemas, de actitudes, que deterioran nuestra convivencia”, dijo el parlamentario popular Carmelo Barrio.
Apelada por su pregunta, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, marcó de nuevo la postura con la que el Gobierno Vasco ya reaccionó en su día ante estos hechos, reiterando que critica “todo intento de manipular el sentido de la reivindicación original de la Korrika”, se busque a través de la exhibición de fotografías de presos de ETA, o de “cualquier otra simbología ajena al sentido unitario y compartido de la movilización”. En todo caso, subrayó eso sí que el Ejecutivo debe proteger “tanto la dignidad de las víctimas como la libertad de expresión”.
Artolazabal recordó que la Korrika es una iniciativa social “en defensa y reivindicación del fomento y la normalización del euskera” que “concita mucho apoyo plural y multitudinario” por cuanto esta causa es “compartida por la gran mayoría de este país”, lo que hace más importante si cabe cuidarla para que no se pueda “utilizar ni manipular”.
“Yo misma he participado en sendos kilómetros en la Korrika tanto en Gasteiz como en Bilbao, y teníamos un doble objetivo: trabajar por el euskera y trabajar por la diversidad, porque estoy convencida de que el euskera puede y debe ser también un factor de integración y de convivencia en este país. Como toda iniciativa popular y multitudinaria, también en la Korrika ha habido personas y colectivos minoritarios que la han tratado de instrumentalizar y manipular en beneficio propio. No lo consiguieron, y su intento merece nuestra más firme y radical crítica”, concluyó.