- La asunción de la competencia de Prisiones ha llegado a Euskadi de la mano de un compromiso firme por parte del Gobierno Vasco: exprimir sus competencias para avanzar en todo lo que contribuya a humanizar la justicia. Sea combatiendo los estigmas que rodean al proceso de reclusión, sea apostando decididamente por incorporar las prácticas restaurativas en el sistema penal vasco. Siete meses después de que se llevara a cabo esta transferencia, pendiente desde la aprobación del Estatuto de Autonomía de Gernika allá por 1979, el Ejecutivo vasco acelera en esta materia de la mano del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales que lidera Beatriz Artolazabal.
La consejera abrió la semana resaltando desde la prisión de Zaballa el papel que estos centros están llamados a ejercer como puente para que los ciudadanos que cumplen condena se reintegren de la forma más exitosa posible a la vida en libertad, esa de la que una mala decisión les apartó un mal día y a la que tarde o temprano tendrán ocasión de volver, y la cerró defendiendo las bondades de la Justicia restaurativa. “Nadie estamos libres de equivocarnos y tener que pagar nuestros fallos con la privación de libertad”, dijo el miércoles desde la prisión alavesa, para subrayar a continuación: “Todos y todas debemos tener derecho a una segunda oportunidad”.
En sintonía con este deseo de profundizar en el aspecto humano que hay detrás de todo proceso judicial, Artolazabal situó la gestión penitenciaria como “una pata más de las políticas sociales”. Como añadió el director del centro alavés, Benito Aguirre, Zaballa es “el mayor centro sociosanitario” de la CAV. La prisión alavesa es la mayor que hay y en su seno conviven más de 750 personas que pueden recibir durante su internamiento los tratamientos que precisen para combatir sus problemas psiquiátricos o de adicciones al tiempo que pueden aprovechar su tiempo en la cárcel para estudiar o aprender oficios que les ayuden en su reinserción.
Lejos de “buenismos”, Artolazabal quiso subrayar eso sí que las segundas oportunidades “hay que saber ganárselas y hay que ser capaces de aprovecharlas”. Y con este fin comprometió el trabajo de su Departamento. “Vamos dando pasos en la dirección acordada por el Parlamento Vasco”. “Lentos, pero seguros”, sintetizó la consejera, que citó entre ellos la creación hace cuatro meses de la agencia de reinserción socio-laboral Aukerak que el Gobierno ha proyectado para canalizar la ayuda a los reclusos tras su puesta en libertad.
Ya el jueves llegó la hora de poner el acento en la justicia reparadora, que protagonizó el encuentro internacional en el que el Gobierno Vasco contrastó su hoja de ruta con las experiencias cosechadas por diferentes expertos para extraer así todas las enseñanzas posibles de cara a la construcción de la Estrategia Vasca de Justicia Reparativa 2022-2025. Según explicó la consejera, la intención del Ejecutivo es incidir en “las necesidades de las víctimas y en la función rehabilitadora de la pena” una vez que se dicta sentencia. “La víctima necesita dejar de ser víctima, y para ello necesita que su victimario deje de ser su victimario”, enfatizó, conjurada con un proyecto tan complejo como ambicioso que, junto con los esfuerzos por acabar con los estigmas que acompañan a quienes han pasado por prisión para facilitar así su reinserción, completa un esfuerzo cuyos frutos guiarán los futuros pasos del Gobierno. l
“Nadie está libre de equivocarse, pero todos tenemos derecho a una segunda oportunidad”
Consejera de Justicia y Políticas Sociales
“Nuestra intención es incidir en las necesidades de las víctimas y en la función rehabilitadora que puede tener la pena”