- “La legislatura pende de un hilo”. La reunión bilateral entre gobiernos del pasado domingo, lejos de dar cauce a una solución, ha redoblado el malestar del Govern por la conducta de Moncloa, y en concreto la de Pedro Sánchez, respecto al espionaje a los dirigentes independentistas. La consellera de Presidència, Laura Vilagrà, salió “muy indignada” del encuentro con su homólogo español, Félix Bolaños, ante la “falta de respuestas”. Así lo reconoció ayer al afear el comportamiento del líder socialista, que permanece “escondido”, al tiempo que requirió cambios en el funcionamiento normativo del CNI. “No es de recibo que Sánchez aún no haya dicho nada”, subrayó, reiterando la necesidad de que se produzcan dimisiones de los responsables. “Debe haber un marco más garantista, con valores éticos y mayor transparencia”, exigió Vilagrà, para quien “si no hay garantías de que esto no se produzca nunca más, no hay nada de qué hablar”.
Gráficamente, la consellera ilustró que la confianza de la Generalitat con el Gobierno se halla como “un jarrón chino roto”. “Hasta que no haya respuestas contundentes encima de la mesa todo está en entredicho”, declaró en RAC1, en puertas de que este jueves se vote en el Congreso el decreto de medidas para hacer frentes a las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania, y sobre el que Esquerra sopesa pronunciarse en contra. Sus manifestaciones llegaron además después de que Bolaños defendiera lo que considera medidas “valientes” del Ejecutivo para esclarecer estas denuncias: investigación interna del CNI, investigación del Defensor del Pueblo, desclasificación de documentación secreta para colaborar con la justicia y constitución inmediata de la comisión de secretos oficiales en el Congreso. Pero la dirigente soberanista no tiene la “sensación” de que “quieran que se sepa todo” ya que quedaron “muchas preguntas sin respuestas” y ni siquiera “nos confirman que haya habido el espionaje”. “Necesitamos resultados y más concreciones”, zanjó.
Mientras, ERC sigue demandando dimisiones “lo antes posible” dado que “la respuesta del Gobierno del Estado es más que insuficiente” y solo genera incertidumbres con sus medidas “cosméticas”. Interpelada por su posición ante el decreto anticrisis, la portavoz republicana, Marta Vilalta, aguardó a la evolución de los acontecimientos en las próximas horas para fijar una postura pero sin descartar votar “no”. “En base a esto acabaremos de decidir”, precisó, argumentando que Esquerra quiere seguir siendo útil para ayudar a la ciudadanía pero alertando de que el Catalangate “afecta y condiciona” el respaldo a estos proyectos porque “se han vulnerado los derechos de muchas personas y se han roto las confianzas”. Por ello, constató que “pueden peligrar todas las leyes” y la responsabilidad será exclusivamente del Ejecutivo de Sánchez. En este contexto, el portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, afirmó que no entenderían que ningún partido votara en contra del decreto ya que “un asunto no tiene nada que ver con el otro”.
Junts se expresó con rotundidad. Su aún secretario general, Jordi Sànchez, apostó por romper las “relaciones políticas” con Moncloa. “Exigimos y practicaremos la suspensión de todas las relaciones políticas con el Gobierno, y pedimos al Govern que lo lleve a cabo en toda su actuación de forma clara e inequívoca”, aunque aboga por mantenerlas a nivel técnico. Satisfechos por la posición de ERC, explicó que JxCat ha aprobado un protocolo por el que no tomará parte en ningún encuentro bilateral con ningún ministro ni en ningún órgano multilateral con presencia del Gobierno, pero sí en actos organizados por instituciones catalanas no gubernamentales que se hagan en Catalunya.
Además, la consellera de Acción Exterior, Victòria Alsina, pidió a las instituciones europeas que asuman “un rol importante” en la denuncia e investigar “hasta las últimas consecuencias lo que ha pasado”.
Piden amparo a Batet. Los diputados Miriam Nogueras (Junts), Ferran Bel (PDeCAT), Jon Iñarritu (Bildu) y Albert Botran (CUP) han dirigido una carta a la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, para que la Cámara Baja investigue el espionaje a sus dispositivos móviles, que en muchos casos fueron proporcionados por la institución al asumir el escaño. En la misiva señalan que este espionaje vulnera las garantías que deben rodear a su actividad parlamentaria.
“No es de recibo que Sánchez siga escondido; no quieren que se sepa todo”
Consellera de Presidència del Govern