- Tras dos ediciones frustradas por la pandemia, el Aberri Eguna volvió a las calles. El acto más importante convocado por EH Bildu y la izquierda abertzale tuvo lugar en Iruñea, y en él participaron más de 15.000 personas, según datos de la Delegación del Gobierno en Nafarroa. Con la pandemia en un escenario muy diferente al de hace un año, la posibilidad de volver a los actos multitudinarios de siempre movió a la organización a plantear un Aberri Eguna masivo en la ciudad madre de los vascos, en un día primaveral espléndido que sirviera para desquitarse de todas las ganas acumuladas. El entusiasmo de los asistentes, desde políticos de muchas fuerzas soberanistas del Estado hasta militantes de base, quizá compensó uno de los principales inconvenientes de cualquier Aberri Eguna: la cantidad de gente que está de vacaciones. Se notó en asistencia y también en el perfil de los representantes de ERC, Junts, BNG y otros partidos importantes del espectro independentista -Puyalón de Cuchas y Andecha astur no pudieron asistir-, que no estuvieron representados en la capital navarra por sus figuras más reconocibles.

Pero, en la edición de ayer, el día de la patria vasca celebrado en Iruñea contó con un sensible contratiempo de última hora: la baja del coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, histórico líder del movimiento que incluso había alimentado las expectativas en la previa con varios vídeos, pero que finalmente no pudo asistir por haber caído enfermo. En su lugar, fue la portavoz del partido en Nafarroa, Bakartxo Ruiz, la encargada de llevar a cabo el discurso principal. Hizo un llamamiento claro a ampliar la base del soberanismo; una crítica directa y sin ambages del régimen y la derecha navarra que hurtó al pueblo la posibilidad de decidir qué tipo de relación quería con sus territorios hermanos cuando se debatió el Amejoramiento; y una reivindicación histórica de los vascos en el mundo pero para mirar al futuro, no para quedarse en la nostalgia.

El trazado fue el clásico en las marchas masivas de la ciudad: salida en los cines de la avenida de Bayona y final en el paseo Sarasate. Banderas con la ikurriña y el escudo navarro del carbunclo pomelado en la cabecera, seguido del lema Euskal errepublika. La marcha transcurrió sin ningún incidente y bajo fuerte despliegue policial, también el de los helicópteros, que con su zumbido acoplaban por momento la música de txistus que desfilaban por el recorrido. Ya en el paseo Sarasate, discursos en formato corto. El primero en intervenir fue Joseba Asiron, exalcalde de Iruñea, que más que un discurso hizo una breve presentación y dejó un par de apuntes históricos: reivindicó la vigencia del lema Pro libertate patria, gens libera estate (De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria) del monumento a los héroes de Amaiur.

Dio paso a la secretaria de las juventudes de EH Bildu, Izar Hernando. Fue un discurso fresco, entusiasmado, íntegramente en euskera. La última en intervenir fue Bakartxo Ruiz, encargada de poner el broche: “No vamos a parar hasta alcanzar la primera República vasca”. “La Euskal Herria del siglo XXI que queremos es una Euskal Herria plural, diversa, multicultural, tierra de acogida, que ha bebido, bebe y beberá de todas las culturas que han pasado por aquí”, zanjó la dirigente abertzale.

Con el soberanismo catalán. Entre los participantes se pudo ver a varios representantes de EH Bildu como las diputadas en el Congreso, Mertxe Aizpurua, Bel Pozueta y Oskar Matute; el eurodiputado Pernando Barrena; la portavoz en el Parlamento vasco, Maddalen Iriarte; y la coordinadora de la coalición en Navarra, Miren Zabaleta. También han acudido representantes de ERC como la diputada Marta Rosique, Rubén Cela del BNG, miembros de la CUP, Junts per Cat, Esquerra Valenciana, Més Mallorca y Més Menorca.

Esparza (UPN): “Navarra nunca formará parte de un Estado independiente”. No lo mencionaron directamente, pero en el acto se criticó a la élite navarra que en la Transición privó al pueblo de decidir qué tipo de Amejoramiento -que este año cumple 40 años- quería. En una nota, el presidente de UPN se dio por aludido y dijo que “Navarra nunca va a ser parte de una República vasca, de ningún Estado vasco independiente, Euskal Herria o como quieran llamar a una entidad que nunca ha existido ni existirá”. A juicio de Esparza, la izquierda abertzale eligió Iruñea porque “están en contra del Amejoramiento porque supone un reconocimiento histórico a la singularidad navarra”.