- Quim Torra lo tiene claro. Los partidos independentistas no siguen ningún plan de acción trazado con propuestas y plazos concretos y consensuados para alcanzar la independencia. El expresident afea a las formaciones soberanistas que la secesión no sea ya su prioridad: “No es su objetivo”. Así se expresó en una entrevista en el programa Preguntes Freqüents de TV3, donde argumenta que “retrocesos como este no se pueden permitir” ahora que el independentismo cuenta con el 52% de los apoyos en el Parlament. “Para mí, el proceso independentista es una carrera de relevos ininterrumpida, y en estos momentos hay un corte aceptado por todos los partidos, una tregua de dos años”, criticó, emplazando a Pere Aragonès a reflexionar sobre qué recorrido político tiene esta legislatura.

Torra aboga por trabajar por una Catalunya independiente pese a los riesgos que esto comporta para la carrera de los políticos: “Si quieres cumplir un programa independentista dentro del Estado español, no acabarás bien, es así”. Según su prisma y la experiencia en el cargo que ostentó, los partidos “no tratan con toda la verdad” la cuestión de la independencia por miedo, viéndoles más centrados en las elecciones municipales de 2023. El expresident evocó que cuando él asumió la presidencia en 2018 no hubo una apuesta general por la confrontación para la que él estaba preparado: “Me sentí desplazado de mis objetivos”. En su opinión, la línea que se tiene que seguir para alcanzar la independencia es “la desobediencia masiva y colectiva”.

Al hilo del último conflicto entre los socios del Govern acerca de la proposición de ley sobre el catalán, de la que Junts posteriormente se descolgó, Torra entiende que este proyecto no blinda el catalán en las escuelas y “pasa la responsabilidad a los centros”. “Casi preferiría que dijeran que hay que acatar la sentencia, quizás saldríamos ganando”, señaló. Interpelado respecto a qué hubiera hecho él si hubiera sido president de la Generalitat en este momento, respondió que hubiera dado la orden “de no acatar la sentencia” del 25% de castellano en las aulas, aunque esto comportara después una inhabilitación. En este sentido, apuntó que a los políticos “se los vota para que cumplan con lo que dicen” y “si has puesto en el programa que la inmersión no se toca y que se blinda, se deben asumir las consecuencias. ¿Te pueden inhabilitar por eso? Pues sí. Lo iremos aceptando todo”.

Torra, que calificó las palabras de Rufián contra Puigdemont como una “impertinencia y un error gravísimo, apostilló que, próximamente, le gustaría ver al frente de la Generalitat al expresidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, o a la exconsellera y actual eurodiputada Clara Ponsatí.