- La decisión de Pedro Sánchez de alterar la postura del Gobierno de España respecto al futuro del Sáhara Occidental ha causado “sorpresa” en el seno del Gobierno Vasco. Así lo denunció ayer el portavoz del Gabinete Urkullu, Bingen Zupiria, que consideró “urgente” que el presidente español dé ahora explicaciones. Más si cabe cuando la noticia de este volantazo del líder del PSOE se ha conocido únicamente a través de “una filtración marroquí”.

En la rueda de prensa que sigue a la reunión del Consejo de Gobierno, Zupiria aseguró que el Ejecutivo vasco “no conoce los motivos” de lo que no dudó en señalar como un evidente “cambio de postura”. Y por ello, por el calado de la noticia y por la forma en que se ha dado a conocer, reclamó la comparecencia de Sánchez.

El portavoz subrayó el respaldo vasco a un pueblo saharaui que lleva tres décadas esperando que se cumpla la hoja de ruta avalada por la ONU. Fue un lejano 29 de abril de 1991 cuando Marruecos y el Frente Polisario alcanzaron un acuerdo con la mediación de Naciones Unidas que establecía un período de transición para preparar la celebración de un referéndum en el que el pueblo del Sáhara Occidental eligiera entre la independencia y la integración con Marruecos.

Sin embargo Marruecos, que en 2007 abandonó esta vía para apostar por una “autonomía limitada” como única solución al conflicto, difundía este viernes una carta remitida por Pedro Sánchez a Mohamed VI en la que el presidente le trasladaba que ahora considera que el plan marroquí es “la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo”. Sin encomendarse siquiera al otro partido que le sostiene en el cargo, un Podemos que también reaccionó con sorpresa y disgusto.

Por eso, Zupiria reclamó al presidente Sánchez que tome en cuenta el camino que alumbran las resoluciones de Naciones Unidas, antes de reiterar que la apuesta del Ejecutivo vasco seguirá siendo por que este conflicto encuentre una solución que pueda ser “duradera” por cuanto cuente con el refrendo “de todas las partes”. “Desconociendo las razones que puedan existir en el cambio de posición del Gobierno español, sí parece que está alterando la posición de neutralidad que ha venido manteniendo respecto a este conflicto, en el que la población saharaui espera desde 1991 a que se haga realidad la resolución en la que la ONU planteaba la necesidad de un referéndum para conocer la voluntad de los hombres y mujeres del Sáhara”. Es “urgente” que el Ejecutivo de Sánchez “muestre las razones de su cambio de posición”, concluyó.

Después de que hasta 13 grupos parlamentario se lo requirieran el lunes, Pedro Sánchez -que hoy visita Melilla- presentará sus explicaciones ante el Congreso en una semana, previsiblemente en el Pleno del próximo miércoles. La crítica generalizada que ha causado este cambio de postura ha calado incluso en el propio PSOE, que llevaba defender el derecho de autodeterminación de los saharauis en el programa con el que acudió a la última cita electoral.

El exalcalde de Donostia Odón Elorza, hoy diputado, dijo que le “duele el abandono de la justa causa” de este pueblo y añadió que le costará aceptar “de modo sumiso la cesión” a las pretensiones de Marruecos. El senador Javier de Lucas destacó la “enorme contradicción y dolor de la ruptura con el pueblo saharaui”. E incluso la corriente Izquierda Socialista pidió convocar el Comité Federal.

Sin embargo, la federación vasca del partido cerró filas con Sánchez. Ante los micrófonos de Onda Vasca, el secretario general del PSE, Eneko Andueza, aseguró que la nueva postura del Ejecutivo central no supone un “giro tan brusco como se ha dicho” y la enmarcó en la necesidad de “encarrilar” las relaciones con Rabat. Andueza rechazó las críticas que ha recibido Sánchez apuntando un motivo para la opacidad. “Hay partidos que utilizan cualquier cuestión para dañar la imagen del gobierno”, dijo, explicando que haberles dado información hubiera servido sólo “para que hubieran dinamitado cualquier tipo de conversación y malintencionado cualquier movimiento”.

El PNV expresó ayer su claro rechazo al “cambio radical e histórico” del Gobierno de España. En una dura nota, el EBB denunció la nueva posición del Gabinete Sánchez y le pidió volver al respeto del Derecho internacional para no traicionar así su “responsabilidad” histórica.Desde EH Bildu, Mertxe Aizpurua también pidió a Sánchez que rectifique una decisión “incomprensible” que debe explicar al Congreso y que le “aleja”, dijo, de sus socios parlamentarios.