El futuro líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha desligado este viernes de Vox, al rechazar gobernar con el populismo, mientras que desde su partido han defendido la coalición en Castilla y León como un pacto de esta región que no hipoteca futuras alianzas, por ejemplo en Andalucía.
El candidato único a liderar el PP, que el jueves enmarcó el acuerdo de Alfonso Fernández Mañueco con Vox en la necesidad de dar estabilidad y culpó al PSOE por la amenaza de una repetición electoral, ha afirmado este viernes en Valencia que "a veces es mejor perder el Gobierno que ganarlo desde el populismo".
Y en el primer día de su campaña para liderar el PP, ha desvinculado a su partido del populismo, ha recalcado sus ideas autonomistas y europeístas y ha asegurado que aspira a volver a lograr "mayorías contundentes", como las de José María Aznar, Mariano Rajoy y las propias en Galicia porque no cree en gobiernos pactados en los despachos.
Un discurso que llega un día después de que el presidente del PPE, Donald Tusk, pidiese que la coalición con Vox, que definió como una "triste sorpresa", fuese un "incidente" y no una "tendencia". Ante los periodistas, Feijóo ha sostenido que comprende la "decepción" de los populares europeos, pero culpa al PSOE, por no ser un partido de Estado.Niega que su partido haya capitulado frente a Vox
Feijóo ha negado además que su partido haya capitulado frente a Vox. "No, entre otras cosas porque no soy presidente de mi partido", ha explicado, desligándose de este pacto. Sin embargo, antes de que Feijóo tomase la palabra desde Valencia, varios dirigentes del PP, incluido Mañueco, han buscado minimizar el impacto de un acuerdo que dará a Vox la vicepresidencia de la Junta y tres consejerías.
Y han coincidido en el guion: el pacto respeta sus principios, se adoptó para garantizar la estabilidad y evitar elecciones y no es un producto a exportar. Culpan además al PSOE por no apoyar un Gobierno de la lista más votada, la del PP.
"Lo importante es que se ha conformado un gobierno que va a tener estabilidad, que lidera el PP, que se enmarca dentro del orden constitucional y cuya base programática es el respeto a todos los principios y políticas que defiende y lidera el PP", ha afirmado por ejemplo la coordinadora general del PP, Cuca Gamarra. Mañueco por su parte ha argumentado que el pacto responde a unas circunstancias concretas y es "aplicable a un momento determinado y a una comunidad determinada".
Además, se ha ofrecido a mantener un encuentro con el PPE para explicar un acuerdo que, en su opinión, "encaja perfectamente dentro de los principios del PP en Europa" y no es "machista, racista, ni xenófobo". En Andalucía, donde acaba la legislatura en otoño, Juanma Moreno ha insistido en que aspira a gobernar en solitario, sin estar "maniatado y limitado por acuerdos de gobierno que puedan dificultarle su acción" y para ello pedirá el apoyo "independientemente de orientaciones ideológicas, desde el pragmatismo".Polémica por la reunión de Casado
Moreno no cierra la puerta a Vox, pero se marca como horizonte el mismo escenario con el que cuenta Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, donde Vox solo es un socio externo. También Mañueco intentó emularla. Además, la participación el jueves de Pablo Casado en una reunión con el PPE en París ha generado polémica.
Según fuentes de su entorno, el todavía presidente del PP defendió sus principios, contrarios al populismo, o su lucha por la ejemplaridad, pero no sostuvo que le echaban y tampoco que el motivo es que era contrario a pactar con Vox o que había denunciado corrupción. No mencionó a Vox, ni a Isabel Díaz Ayuso y solo tuvo elogios para Feijóo, recalcan los suyos. Sin embargo, dirigentes del PP han mostrado sorpresa por las supuestas críticas de Casado. Lo ha hecho Mañueco, que ha recordado que el Comité Ejecutivo le dio manos libres para pactar -lo mismo señalan desde el entorno de Casado-.
Alfonso Serrano, mano derecha de Ayuso, ha señalado en Madrid que el papel del todavía líder es dar un paso al lado, mientras que el número dos de Feijóo en el PP gallego, Miguel Tellado ha recordado que Casado aún preside el PP y dio plenos poderes a Mañueco. Por otra parte, los populares han rechazado las críticas del PSOE y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por meter a la extrema derecha en un Ejecutivo por primera vez en democracia. El PSOE, ha argumentado Elías Bendodo en Andalucía, "debería lavarse la boca" antes de hablar de pacto, porque ha pactado "con lo peor", con "independentistas", "comunistas" y "herederos de ETA" "y aquí no ha pasado nada".