- La gestión de los fondos europeos por parte del Estado español no convence al Gobierno Vasco por la falta de rapidez y porque la vicepresidenta Calviño no termina de dar respuesta a los tres proyectos estratégicos que le planteó el lehendakari. Pero la buena noticia para el Ejecutivo vasco es que no todos los trenes han pasado ya, y todavía hay opción de reengancharse con una nueva oportunidad. En concreto, según ha podido saber este periódico, Iñigo Urkullu iba a trasladar a Pedro Sánchez en la Conferencia de Presidentes otra vía. Según explican desde el departamento de Hacienda de Pedro Azpiazu, ahora que el Estado ha decidido pedir también los 70.000 millones que vendrán en concepto de préstamo, se abre una segunda fase. Es una nueva oportunidad, en la medida en que el Gobierno español tendrá que rediseñar su plan. Es en ese marco donde Urkullu propone que Sánchez dé voz a las comunidades y muestre la sensibilidad que hasta ahora no ha exhibido.

Este planteamiento lo iba a trasladar Urkullu en la Conferencia de Presidentes prevista para ayer, y que tuvo que cancelarse por el estallido de la guerra en Ucrania. El lehendakari planteó hace meses a Calviño tres proyectos que, además, cree que se pueden acoplar sin problemas y encajan como un guante en el esquema de los PERTE (proyectos estratégicos): el proyecto vasco de terapias avanzadas puede encajar en el PERTE de la salud de vanguardia, el Basque Mobility puede encajar en el epígrafe del vehículo eléctrico y conectado, y el ecosistema del dato y la inteligencia artificial se encuadra en la digitalización.

Solo así se explica el Gobierno Vasco que el propio Ejecutivo español admita que los proyectos vascos están posicionados, pero no entiende por qué no termina de pulsar el botón para que fluya el dinero. El Ejecutivo de Urkullu ha realizado todo este tiempo un ejercicio de adaptación a las circunstancias y plantea estos nuevos enganches, después de que Sánchez no haya atendido la idea de que Euskadi gestione el 65% con su propio plan operativo para volcarlo en su perfil industrial, como se hace con los fondos de desarrollo regional, Feder.

Las fuentes consultadas aseguran que no hay ninguna novedad desde que Urkullu trasladó esta nueva percha sobre el segundo tramo de los fondos a Nadia Calviño en la reunión que mantuvo con el lehendakari el 4 de febrero. Después fue la secretaria de Estado Carme Artigas quien estuvo visitando los proyectos vascos de ecosistema del dato y reconoció las capacidades de Euskadi. “Pero no hay concreción”, lamentan las mismas fuentes.

Urkullu iba a exponer esta vía ante los presidentes de otras comunidades autónomas en la conferencia de La Palma, en su turno de intervención. Este es uno de los principales frentes abiertos que le quedan al Gobierno Vasco con Sánchez, con quien ha conseguido cerrar la transferencia del Ingreso Mínimo Vital con año y medio de retraso y aún quedan una treintena de materias por transferir, además de ciertas fricciones por la recentralización.

En este contexto, el lehendakari se reunirá hoy a las 9.30 horas con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, en Busturia. La reunión forma parte de la ronda de ministros que están citándose con Urkullu y, además, se produce el mismo día en que el lehendakari y Bolaños van a asistir al homenaje a las víctimas de trabajos forzados que participaron en la reconstrucción de la vía férrea en Gernika y la ampliación entre Pedernales y Bermeo.

La agenda inmediata de Urkullu la completa una reunión la semana que viene con el BNG, interesado en el modelo del Concierto Económico para aplicarlo en Galicia.

El vicelehendakari primero, Josu Erkoreka, leía la transferencia del IMV como un primer paso que abre la vía para acordar las materias que tienen relación con la Seguridad Social. Hay varias en el calendario, como el Instituto Nacional de la Seguridad Social (reconocimiento de prestaciones, incapacidad permanente, jubilación, cuidado de menores con cáncer u otra enfermedad grave, etc.), la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, las prestaciones por desempleo, la ampliación del traspaso sobre la Inspección de Trabajo, o el fondo de garantía salarial que paga los sueldos pendientes en las empresas en quiebra.

El traspaso de los aeropuertos de Loiu, Hondarribia y Foronda se enfrenta ahora al proceso de privatización de Aena, además de los recelos que mantiene también el Gobierno de Sánchez.

El Estado ha esgrimido históricamente razones de interés general. El traspaso afectaría a Pasaia, determinante para establecer conexiones con la plataforma de Lezo, y Bilbao. En el capítulo de los trenes de cercanías se han esgrimido antes razones similares, aunque el traspaso está ahora en negociación y ya hay una contraoferta del Gobierno Vasco.