- Moncloa se queda con que este último año ha servido para tejer “confianzas” entre el Gobierno español y la Generalitat, una relación “fluida” que, según el ministro de Cultura y presidente del PSC, Miquel Iceta, “está permitiendo desbloquear conflictos y problemas de hace tiempo, y eso tiene que redundar también en el avance de la mesa de diálogo”. Pero el dirigente socialista huye de “poner ultimátums ni fechas límite” y opta por dejar la pelota en el tejado del Govern, a quien le pide que plantee “propuestas realistas” y un ejercicio de “sinceridad”. Su apuesta se alinea con la expuesta recientemente por el líder del PSC, Salvador Illa, y que está basada en tres ejes: “prosperidad para todo el mundo, mejora del autogobierno y financiación justa”. A su juicio, estos objetivos pueden aglutinar al conjunto de los catalanes y ofrecen un amplio margen para negociar su concreción, que podría requerir de reformas legales, por ejemplo, para “recuperar” el Estatut de 2010 que recortó el Tribunal Constitucional.
“El maximalismo puede ser una excusa para no hacer nada”, sentencia Iceta, que advierte a los independentistas de que “dialogar no es esperar hasta encontrar el momento en que el otro me dé la razón”. Además de creer que el procés es ya historia, entiende que es el momento de “recuperar el respeto por las posturas de todo el mundo” y por buscar una solución desde la consciencia de que la división debilita. En este sentido, reivindica el compromiso de Pedro Sánchez con esta resolución del conflicto: “El presidente ha demostrado con la mesa de diálogo y con los indultos a los presos independentistas que no esquiva los problemas y asume riesgos”. “Ni es planteable la ruptura ni es planteable el inmovilismo. Entre estos dos posicionamientos tendremos que encontrar un camino que nos permita avanzar”, zanja el ministro, que también deja de lado la demanda de un referéndum de autodeterminación y una ley de amnistía que su Gobierno ya ha rechazado sin siquiera llegar a ser debatido.