- La red ciudadana de apoyo a los presos de ETA Sare expresó ayer su esperanza de que la gestión de las tres cárceles de Euskadi por parte del Gobierno vasco, que entró en vigor el 1 de octubre tras culminar la transferencia de esta competencia por parte de Moncloa, sea positiva para los reclusos que cumplen condena en las mismas.
Así lo afirmó Joseba Azkarraga, uno de los impulsores y portavoces de esta plataforma ciudadana y exconsejero de Justicia y Empleo en el primer Gobierno del lehendakari Juan Jose Ibarretxe, en una rueda de prensa en Bilbao en la que dio detalles del acto y las movilizaciones que, este sábado, reclamarán el fin de la política penitenciaria de “excepción” que, a su juicio, se aplica aún a los reclusos de ETA.
Cuestionado sobre su valoración del traspaso de la gestión de las cárceles vascas al Ejecutivo vasco, cuando el próximo lunes, 10 de enero, se cumplirán los primeros 100 días del mismo, Azkarraga dijo que “aún es pronto para hacer una valoración. Tenemos que esperar”.
“Seguimos confiando en que se lleve a cabo una política penitenciaria sin excepciones, que es lo que estamos pidiendo; nosotros no estamos defendiendo privilegios para ningún recluso, lo que pedimos es que no haya excepciones, que haya una política penitenciaria ordinaria para todos”, aseveró. Añadió por ello que “a partir del lunes, cuando se cumplan esos primeros 100 días, podremos ir mirando si se produce esa evolución positiva que nosotros creemos que se va a producir, pero hay que esperar y ver”.
En la misma comparecencia, Sare consideró “desesperantemente lento” el avance que se ha producido a lo largo de 2021 en la normalización de la situación penitenciaria de los presos de la disuelta banda terrorista que aún cumplen condena en las cárceles. Así lo expuso Azkarraga mientras explicaba las convocatorias que, pasado mañana y debido a la actual situación de la pandemia, sustituirán a la gran manifestación habitual de enero para reclamar el fin de la política penitenciaria de “excepción” que, a su juicio, se aplica aún a los presos de ETA.
Tras reconocer la mejoría que experimentó durante el pasado ejercicio la situación de estos reclusos, más del 50% de los cuales ya cumplen condena en cárceles vascas o próximas a Euskadi, añadió que aún ven su situación penitencia con “claroscuros”. A juicio de Sare, el avance en la aplicación de una política penitenciaria ordinaria a estos internos se produce de forma “desesperadamente lenta”.
El acercamiento de los presos en 2021 “ha sido un alivio para sus familias, que antes tenían que recorrer miles de kilómetros para ver a sus allegados, aunque todavía hay quien tiene que recorrer más de 800 kilómetros en viaje de ida y vuelta para visitarles”, censuró. Por ese motivo, consideró “importante” mantener un año más la reivindicación del “fin de la política penitenciaria de excepción” y hacerlo además con “respeto y empatía hacia quienes piensan diferente que nosotros”.
Azkarraga deseó que 2022 “sea decisivo en ese cambio de política penitenciaria” hacia los presos de ETA, con el “desbloqueo” de la progresión al tercer grado, el disfrute de permisos penitenciarios y de la libertad condicional, precisó.
Debido a la elevada incidencia de la pandemia, Sare ya anunció la semana pasada la cancelación, “por responsabilidad”, de la habitual gran manifestación en Bilbao para “descentralizarla” con diferentes protestas en las tres capitales de la CAV, Iruñea, Baiona y en otras localidades.
Desde la plataforma han incidido en la importancia de “atender las normas sanitarias” y, dado que la expansión del virus hará que “muchas personas no podrán asistir a estas convocatorias”, animaron a que a que difundan las reivindicaciones de este 8 de enero en sus redes sociales. /
“Es importante mantener la reivindicación del fin de la política penitenciaria de excepción un año más”
Portavoz de Sare