e cumplen 43 años de la aprobación de la Constitución española refrendada por una mayoría de la sociedad -no así en la CAV, donde la abstención fue del 55,3%, un 33,4% en Nafarroa- que además venía o huía del franquismo. Un aniversario más, y son muchos, el debate sobre la reforma de la Carta Magna queda automáticamente zanjado por el imposible consenso. Hemos pulsado este bucle con tres periodistas políticos. Dos de ellos, Iñigo Aduriz (1985) y Marta Monforte (1993) nacieron años después de su promulgación y desarrollan gran parte de su trabajo en el Congreso de los Diputados. El tercero, Vicente Partal, nacido en 1960, alcanzó los 18 años pocos días antes de la celebración de aquel referéndum. Partal, director del diario digital VilaWeb, dice que sigue “con desgana” la jornada del 6 de diciembre, “porque van pasando los años, pero cada vez las situaciones son más difíciles de resolver”. A su juicio, “el problema” para el Estado es que “hay cosas que se tienen que reformar casi ya por imperativo político, por ejemplo en relación a la posible reina”, pero constata que “aparentemente, en el horizonte de los partidos españoles, hoy es más difícil que nunca reformar la Constitución”.
Para Partal, “vamos camino de una crisis total. Si se renuncia a la flexibilidad, no se ofrece ninguna solución a los problemas políticos que tiene una sociedad, se puede aguantar por la fuerza una situación, pero acaba estallando”. Según él, “la derecha se ha apropiado de esta Constitución como si fuera casi su texto fundacional, cuando en su momento estaba en contra”. Dice que en este debate “la izquierda ya no sabe qué hacer”, y que “hoy ya prácticamente no hay ningún grupo nacionalista dispuesto a dialogar sobre una reforma que no toque el elemento nuclear, que es intocable”.
La imposibilidad de abrir una reforma y la necesidad de hacerla también es objeto del análisis de Iñigo Aduriz, redactor en el Congreso de los Diputados de ElDiario.es. Aduriz recuerda que “se ha debatido la reforma de un artículo respecto a la denominación de las personas con discapacidad, que en la Constitución siguen apareciendo como disminuidos, y el Partido Popular se ha negado, por el temor a que esa modificación pudiera dar pie a una apertura en canal de la Constitución”. Este episodio resulta significativo igualmente para Marta Monforte, redactora de Infolibre, que observa que el PP, “sin estar en desacuerdo con esa cuestión específica, lo percibió como una excusa para abrir la puerta a sus socios independentistas”.
Aduriz, natural de Donostia, considera que la denominada Carta Magna está pendiente de una adaptación a la realidad actual, y apela al “pragmatismo” para recoger la evolución política y social. Monforte incide en la necesidad de revisar el texto entre otros aspectos desde una visión de género, y recuerda que los denominados padres de la Constitución fueron, siete hombres y ninguna mujer. Algo ciertamente “impensable” actualmente, como ella misma subraya. Monforte también constata falta de predisposición reformista en el PSOE, que Unidas Podemos trata de conjugar sus principios fundacionales con su rol institucional presente, y que PP y Vox “no quieren ni oír hablar de reformar nada”. En suma, un bucle, un año más, para un debate que sale del cajón de forma tan estéril como insistente.
La derecha se ha apropiado de la Carta Magna como si fuera su texto fundacional mientras la izquierda amaga pero nunca entra de lleno