os meses de pandemia pesan, también en los partidos políticos, y la militancia del PNV estaba deseosa de reencontrarse presencialmente para aunar fuerzas y conjurarse para afrontar los retos de futuro de una Euskadi que vive todavía una situación sanitaria delicada por el covid-19.
Por todo ello, la Asamblea General del PNV en el BEC de Barakaldo ha servido para que la Ejecutiva jeltzale tome el pulso al partido y para que las bases hayan podido juntarse al fin para debatir ideas nuevas y deliberar sobre cómo encarar un horizonte político, económico y social que, a pesar de su complejidad, los militantes dicen afrontar con “ilusión”.
Así las cosas, en el cierre de la Asamblea ayer en el BEC se vivió un clima de reencuentro y de alegría por haber podido celebrar al fin un cónclave que se ha demorado por más de un año. Entre los 2.500 asistentes al acto político había mucha diversidad: jóvenes, familias con hijos y los militantes más veteranos, que ya habían vivido otras cuantas asambleas del partido.
Todos ellos llegados en autobuses de los siete herrialdes para una cita en la que se aunó tradición y modernidad, como se pudo vislumbrar en la actuación del grupo Crazy Hospital, que combinó break- dance y trikitixa.
Entre los asistentes estaban Maitane Luna, Erlantz Urresti e Idoia Vizcaíno, de Santurtzi y de Maruri, que destacaban que el cónclave de este fin de semana en el BEC ha logrado ser “un punto de encuentro para poder tomar decisiones” que, según creen, son “bien valoradas por la sociedad vasca porque son en favor del bien común” de la ciudadanía.
“Teníamos muchas ganas de juntarnos después de tanto tiempo, eso sí, siempre cumpliendo a rajatabla las medidas sanitarias. Somos el PNV y estamos orgullosos de ser un partido líder. Pero no nos conformamos, vamos a por más”, resumía Erlantz. Maitane, por su parte, valoraba que la Asamblea General “hace que el partido esté unido; juntamos fuerzas y rendimos cuentas ante la militancia”.
Por su parte, Aitor Aldasoro Iturbe, Ainara Aiestaran Aldasoro y Xabier Insausti Sarasola acudieron desde Beasain para una cita que creen imprescindible en la vida interna del partido. “Estamos un poco cabizbajos por la pandemia y la situación sanitaria, pero este encuentro nos ha servido para recuperar la ilusión: ves que la gente responde a la llamada del partido”, explicaba Aitor.
Ainara coincidió en el diagnóstico y añadía que en un partido “es muy importante discutir a nivel interno, juntarse y en definitiva seguir trabajando”.
Desde la Junta Municipal de Eibar asistieron Josu Mendicute e Iker Laka, que a pesar de su juventud ya acumulan una experiencia dilatada en el partido y conocen bien las instituciones. Ambos valoraron positivamente que por fin haya podido celebrarse el demorado cónclave, lo que ha generado una sensación “reconfortante” en el PNV.
“Estos meses han sido muy difíciles por la pandemia, que nos ha obligado a atrasar la Asamblea General por más de un año. Pero aquí estamos de vuelta, y veo además que hay mucha gente nueva con ganas de aportar, que trae ideas nuevas y propone soluciones”, relataba Iker.
Josu, por su parte, destacaba que los jeltzales tienen desde ahora “una agenda nueva que sale de esta Asamblea General y que ha incorporado muchos elementos renovadores” al discurso del partido. “Creo que en general el PNV es capaz de adelantarse a los cambios de la sociedad y hacerlos suyos”, concluía.
En el cierre de la Asamblea en el BEC se vivió un clima de alegría por haber podido celebrar al fin un cónclave que se ha demorado meses
Las bases celebran haber podido debatir sobre ideas nuevas y sobre cómo se ha de afrontar el horizonte político, económico y social