- Sare y Etxerat volvieron a pedir a los responsables penitenciarios que “dejen de jugar con la vida de las personas presas con enfermedades graves”. Insistieron en que “la cárcel no es lugar adecuado para tratar este tipo de enfermedades” y apuntaron que la normativa penitenciaria “posibilita que estas personas puedan ser tratadas de sus dolencias fuera de prisión, pero desgraciadamente no se hace en el caso de los presos vascos”.
Se refirieron así a la situación que está padeciendo el preso Gregorio Vicario, quien ha sido sometido a una intervención quirúrgica de urgencia en el Hospital de León, donde ha sido trasladado desde la prisión de Burgos, en la que le han colocado cuatro bypass. La intervención se ha realizado “satisfactoriamente”.
Señalaron que las enfermedades relacionadas con dolencias cardiacas “son las que, en el caso de los presos vascos, llevan a cifras de fallecidos elevadas”, con seis reclusos muertos en prisión desde 1988 por problemas del corazón.