La CUP quiere decidir mañana sábado si retira la enmienda a la totalidad a los Presupuestos catalanes que podría cercenar la mayoría soberanista y la legislatura de Pere Aragonès. El Govern trata de acercarse con cesiones en vivienda, elevando el gasto hasta los 1.000 millones, y en referéndum, creando un grupo de trabajo para poner en marcha “un nuevo embate”, intenciones bien recibidas por los anticapitalistas. El president ha llamado hoy a aprovechar las horas de negociación que restan hasta el lunes, plazo límite, excluyendo al PSC y buscando a los comunes, que también han presentado su veto a las Cuentas. “Si podemos sumar a los dos será una amplia mayoría”, ha explicitado el republicano.
Según ambas partes, el Ejecutivo sella este nuevo “compromiso” realizando para ello “modificaciones presupuestarias” aunque “en función de los ingresos”, y es que actualmente las Cuentas ya prevén 749 millones en vivienda, “un incremento de 410 millones, con respecto al año 2020”. La CUP insiste en que los 251 millones de más se dediquen íntegramente a aumentar el parque público de vivienda, que se sitúa en el 2%, y pide a Junts que retire las enmiendas a la ley antidesahucios porque “desvirtúan el espíritu” de la norma que se está trabajando desde la Cámara catalana y que entienden incumple pactos previos entre las fuerzas independentistas. “Hay esta propuesta encima de la mesa y nosotros siempre estamos dispuestos a hablar para poder generar las mejores condiciones, a la vez que trabajamos en un proceso de negociación para la resolución de este conflicto político”, ha manifestado Aragonès.
Depende de cómo se expresen las organizaciones, la CUP someterá o no a debate de toda la militancia la última oferta del Govern. Mientras, los comunes han cursado su enmienda a la totalidad emplazando al president a moverse porque los encuentros mantenidos hasta ahora no han servido para avanzar “lo suficientemente rápido”. “Somos un actor fiable”, ha señalado su portavoz David Cid. Pese a admitir mejoras en ámbitos como salud, servicios sociales, vivienda y movilidad, cree que aún son “claramente insuficientes” y que hay margen para tocar la fiscalidad. Quien está descartado, por ahora, de la ecuación es el PSC de Salvador Illa. “Vimos en el Parlament que tenemos modelos de países diferentes y los Presupuestos significan unas políticas determinadas y una orientación política determinada”, ha zanjado el Jefe del Govern, acentuando que se tratan de las Cuentas que más partidas tienen para Cultura, Enseñanza Superior e Investigación.