- El PSOE y Unidas Podemos acordaron ayer finalmente que en la mesa del diálogo social para negociar con los agentes sociales la reforma laboral, además del Ministerio de Trabajo que lidera la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se sienten representantes de la vicepresidencia primera de Asuntos Económicos de Nadia Calviño y del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social de José Luis Escrivá, como defendía el ala socialista.
Eso sí, antes de que se vuelva a reunir esa mesa el próximo miércoles, ahora ya con representantes del PSOE, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reunirá el martes a Calviño, a Díaz, y a los ministerios de Hacienda, de Seguridad Social y Educación y FP, “para fijar la posición del Gobierno en la mesa de diálogo social, en los términos del acuerdo de Gobierno de coalición”, según informó Moncloa.
Precisamente la vicepresidenta Díaz había pedido este lunes que se abriera un debate dentro del Gobierno para delimitar el contenido de la reforma, aunque ella ya lo consideraba cerrado, ante la petición de otros ministerios de sentarse también en la mesa del diálogo social. Según los morados, las diferencias en la coalición no solo tenían que ver con la metodología de trabajo, como afirma el PSOE, sino también con los contenidos.
Con el acuerdo de ayer, los socios de la coalición han llegado a un punto intermedio en sus exigencias para abordar una reforma que ambas organizaciones consideran crucial, y cuya gestión ha generado una de las peores crisis internas en el Ejecutivo en lo que va de legislatura.
En concreto, Díaz ha aceptado que en la mesa del diálogo social entren ahora representantes de otros ministerios con materias afectadas; ministerios que precisamente son del ala socialista. Esa mesa lleva trabajando desde marzo con los sindicatos y la patronal, y la única representación del Ministerio de Trabajo, para pactar un nuevo marco de relaciones laborales que suponga la derogación del anterior diseñado por el PP.