- “¡Qué fugados más extraños que se les conoce desde el primer día, que han comparecido siempre ante la justicia europea, que tienen domicilios conocidos!”. La ironía de Carles Puigdemont no disimulaba su felicidad horas después de conocer que no se procedía a su extradición desde Italia mientras instaba a decirle “prou! ¡basta!” a España. “Su camino no le da resultados y solo dificulta la solución al conflicto político”, sentenció, seguro de que “esto es lo que decidirán todos los tribunales de la UE excepto de un lugar, el Estado español”.
“A finales de octubre se cumplirán cuatro años desde que emprendimos el camino del exilio. He comparecido ante la jurisdicción alemana, belga e italiana, y España no ha conseguido sus objetivos políticos. Porque España se sirve del Poder Judicial para conseguir fines políticos”, relató Puigdemont. Y añadió: “Querían que estuviéramos cerrados en una prisión sin libertad de expresión. Que no nos pudiéramos mover por Europa, ni hacer acción política, ni tener voz para denunciar los estándares españoles contrarios a los europeos. Que no nos pudiésemos presentar a las elecciones...”. “Es momento de que las autoridades españolas hagan autocrítica. Así, con esta persecución, no hay salida al conflicto político”, reiteró.
Visto el fallo judicial, “está claro que nos podemos mover por toda la Unión Europea, así que habrá que preguntar a la Comisión Europea si España sigue siendo miembro de la UE”, cuestionó el líder de Junts, que equiparó la advertencia de Pablo Casado de que le llevará de vuelta aunque tenga que recorrer “hasta el último país de Europa” con aquella profecía de Pedro Sánchez en campaña electoral. “Las dos únicas maneras que tienen de hacerlo son ilegales. La primera sería interviniendo en decisiones que pertenecen al Poder Judicial; la otra es más peligrosa: ¿Me secuestrarán? ¿Harán como cuando el Estado estuvo involucrado en la guerra sucia de los GAL y desde el Estado se financió la guerra criminal contra ETA? ¿Usarán esta vía?”. Ambas opciones, avisó, “les dejan fuera de la UE”.
Su abogado Gonzalo Boye apostilló que el dictamen de la Corte de Sassari “es lo que se espera de una resolución judicial europea: escueta, taxativa y técnica”. “Ha primado el derecho de la Unión y no la intencionalidad política de quien la redacta”, destacó, y recordó que “no puede haber dos procedimientos de euroorden para detener a la misma persona. ¿Cuántos procedimientos piensa abrir Llarena? ¿26?”. Volvió a lanzar que esta causa “acabará antes de lo que piensan algunos”.
El mensaje del Govern llegó personalizado en Pere Aragonès. “La Justicia en Europa se posiciona, una vez más, contra la represión del Estado”, señaló en un tuit, donde insistió en que “la persecución judicial solamente se parará con amnistía y autodeterminación”. El secretario general de Junts, Jordi Sànchez, exigió “que si realmente Pedro Sánchez apuesta por abrir una vía de dialogo, pedimos a España que haga caso de los tribunales y las cortes europeas. No es pedir la luna, sino que entre en la Europa democrática del siglo XXI”. Por su parte, el líder de ERC, Oriol Junqueras, aseveró que la justicia “que falta en España llega, y llegará, de Europa”.
Desde el PSOE, su portavoz en el Senado, Eva Granados, se limitó a apuntar que “la Justicia hace su trabajo y el Gobierno el suyo”, y que el Ejecutivo “tiene muy clara su hoja de ruta, la mesa de diálogo”. Por su lado, el PP solicitó la comparecencia en el Congreso de la ministra de Justicia, Pilar Llop, para que explique la posición de la Abogacía en relación con Puigdemont. Según la portavoz, Cuca Gamarra, Pedro Sánchez “respira aliviado” después de la posición de los jueces italianos. Vox dijo querer poder personarse en la causa abierta en Sassari.
“La Justicia en Europa se posiciona, una vez más, contra la represión del Estado”
President de la Generalitat
“Si Sánchez apuesta por el diálogo, que haga caso de los tribunales y las cortes europeas”
Secretario general de Junts
“La Justicia hace su trabajo y el Gobierno el suyo, y su hoja de ruta es la mesa de diálogo”
Portavoz del PSOE en el Senado