- Pablo Casado se presenta como alternativa al Gobierno español de Pedro Sánchez, pero dinamita todos los puentes que pueden llevarlo a la otra orilla. El presidente del PP aprovechó ayer su intervención en la Escuela de Verano Miguel Ángel Blanco, en Ermua, para profetizar el final del nacionalismo vasco, lo que supuso ahondar más en la brecha con el PNV y en su negación de las demandas territoriales. Al nacionalismo vasco le ve los días contados porque, a su juicio, “le queda poco que reclamar”. “El nacionalismo llega un momento en que se agota. En plena globalización, el nacionalismo no tiene ninguna razón de ser. Cuando no le quedan razones para reclamar, se convierte en un partido más, de derechas o izquierdas. Saben que les queda poco tiempo y pocas cosas que reclamar”, remató.
Casado llegó a esa conclusión cuando dijo que el PP sí tiene futuro porque defiende un proyecto al que “le da igual” el apellido de un votante o su idioma. No dijo nada sobre el nacionalismo español que predica en su expresión más extrema la ultraderecha de Vox, con quien llega acuerdos, ni tampoco por esa suerte de nacionalismo madrileño de Isabel Díaz Ayuso. Especuló con que el “éxodo” de miles de vascos por ETA propicia que el PP tenga menor presencia.
Casado volvió a arremeter contra la remodelación del Gobierno español de Sánchez. Entró en el terreno de lo personal para realizar valoraciones subjetivas. Dijo que el socialista es una “mala persona” que ha arrojado a sus amigos y a los más fieles por la borda con tal de que no se hunda su barco. “Sánchez se ha hecho una moción de censura a sí mismo, una enmienda a la totalidad de todos los que se ha rodeado. El gobierno es un barco que hace aguas, y tira por la borda el lastre sin darse cuenta de que el mayor lastre es él. Es un presidente en crisis. Ha sido capaz de traicionar a sus propios amigos. Para mí, en política, lo más importante es ser buena persona. Sánchez ha demostrado que, además de que ha engañado, no sabe gestionar y es un arrogante, no es una buena persona. Es una persona egoísta y cobarde que es capaz de tirar a los suyos por la borda”, lanzó.
El presidente del PP de la CAV, Carlos Iturgaiz, quien acudió al acto también con su hijo Mikel, insultado mientras jugaba al fútbol por la adscripción política de su padre, consideró una “villanía para España” que quienes no condenan a ETA estén, a su juicio, sosteniendo a Sánchez: “Todos ellos, los de Bildu, que son los que justifican el terrorismo, no condenan a ETA, esas extorsiones y acosos a jóvenes del PP, son los que sostienen al gobierno”.