- Después de que el mundo empresarial arrinconara el discurso de Pablo Casado y ofreciera su respaldo a los indultos, Pedro Sánchez cerró ayer las jornadas del Cercle d’Economía introduciendo la variable económica como elemento de palanca para conceder esta medida de gracia puesto que “la discordia partidista y territorial supone un lastre”. “Porque en Catalunya y en el resto de España lo que los empresarios necesitan es estabilidad y no disputa”, justificó. “Lo que quiero decir”, arguyó, “es que la concordia es también un valor económico”, dijo, recalcando que emplea intencionadamente la palabra “discordia y no discrepancias, pluralismo o críticas”, pues estos son positivos y demuestran “una sociedad viva y dinámica”.

“La discordia política y territorial, el cuanto peor, la incitación al frentismo, al odio, acaban empobreciendo a la sociedad. Tendremos que encontrarnos y reencontrarnos para poder seguir avanzando, volver al punto al que dejamos de escucharnos”, valoró Sánchez en claro señalamiento al PP por practicar una oposición granítica y sin matices. Para el líder del PSOE, esa tarea del “reencuentro” es una responsabilidad de “todos”, porque “no lo puede hacer solo un Gobierno, ni dos gobiernos”, de ahí que agradeciera el apoyo explícito del Cercle d’Economia y hasta de los obispos, en un nuevo aviso a Pablo Casado. En este contexto, Sánchez aseguró que el primer paso es reconocer que nadie, tampoco nosotros mismos, es dueño de la razón”. “Catalunya necesita sin demora diálogo, acuerdo y pacto”, rubricó. “España y Catalunya serán lo que queramos que sean y podemos conseguir metas más altas”, apuntó en un tono entusiasta en su afán de ofertar buenas noticias.