- El PNV celebra el traspaso de prisiones pero recuerda a Pedro Sánchez que los compromisos asumidos no concluyen ahí. Para empezar, con la demora en la transferencia del Ingreso Mínimo Vital, de la que responsabiliza directamente al ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. La diputada Josune Gorospe corroboró ayer que una vez cerrada la competencia de la gestión penitenciaria, se trata solamente “del primer paso, porque quedan aún otras que hay que transferir”. En este caso, el Gobierno español se comprometió a que Euskadi gestionara el IMV en octubre del año pasado, pero todavía no se ha concretado. La consejera Olatz Garamendi arrancó al ministro Miquel Iceta su promesa de desbloquear este asunto y que el traspaso fuera íntegro, de forma que no hubiera que esperar a la Seguridad Social como intermediaria para dar luz verde a las peticiones de ayuda de los ciudadanos vascos que se formalizaran en la ventanilla de Lanbide.
Asimismo, y en lo que respecta a la transferencia ya acordada la pasada semana, la dirigente jeltzale sintonizó con Josu Erkoreka en que habrá una manera diferente de gestionar las prisiones, “más humana, por la vía de los derechos humanos y no que parta de la venganza, sino que haga posible la resocialización”.
Por otro lado, Gorospe explicó que el PNV votó en contra de la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia porque “las competencias en ese ámbito son de las instituciones vascas”, aunque admitió que “el planteamiento es bueno”. “Muchas veces debemos adoptar estos posicionamientos en Madrid. Muchas de las decisiones que se toman en esa ley son responsabilidad de las instituciones de Euskadi, y eso significa que Madrid decidiría por encima de nuestras competencias, y en eso nosotros solemos ser bastante duros”, aseguró.
En este sentido, criticó que, tanto en la actual como en anteriores legislaturas, “vemos que la tendencia a la uniformización y centralización cada vez es más fuerte”, y que por eso, “y con todo el dolor de nuestro corazón”, el PNV votó en contra de dicha ley, “porque es muy importante defender con fuerza nuestro ámbito competencial y nuestro autogobierno”.