- EH Bildu se sumó ayer al desmarque del PP+C’s y Vox en el Parlamento Vasco respecto a la declaración contra el uso de la violencia suscrita por PNV, PSE y Elkarrekin Podemos, en la que expresan su repulsa y condena ante ataques como el acontecido en Cartagena el 2 de abril contra la sede de la formación morada. En el manifiesto se denuncia que estos hechos se producen “como consecuencia del discurso de odio fomentado desde la extrema derecha o cualquier otro extremismo intolerante, y suponen un desafío para la convivencia democrática”. A este redactado se remite la coalición soberanista para no dar su respaldo al entender que se ha gestado como “un arma arrojadiza” contra sus siglas, censuró su coordinador general, Arnaldo Otegi.
Por contra, los firmantes ratifican su compromiso con la defensa de la libertad, la tolerancia, la igualdad y el pluralismo político frente al “permanente cuestionamiento de los valores fundamentales del sistema democrático por determinados partidos políticos”. “El uso de la violencia como instrumento de la acción política no tiene ni debe tener cabida en la Europa del siglo XXI, en la que el uso exclusivo de las vías pacíficas y democráticas es un imperativo ético y social inexcusable”, constatan en el texto, donde reiteran su repulsa “al uso de la violencia, las amenazas o la extorsión como herramientas de defensa de proyecto alguno”. El PNV reprochó a Bildu que se haya quedado “con estos compañeros de viaje -por PP+C’s y Vox- en su negativa a rechazar el uso de la violencia y condenar los ataques a sedes de formaciones políticas”.
“Aunque a Arnaldo Otegi no le gusten las comparaciones, los hechos y las actitudes suyas tienen puntos de coincidencia con las de la derecha y la extrema derecha. Podríamos convenir que los extremos de nuevo se tocan”, señalaron los jeltzales, representados por su parlamentario Joseba Díez. A su vez, censuró que “unos y otros, con posicionamientos que solo generan crispación, hacen más difícil el entendimiento y no aportan racionalidad al debate político”. “La izquierda abertzale podía haber dicho que estos ataques son injustificados, que la violencia forma parte del pasado, pero no lo ha hecho. Vuelven a incumplir el suelo ético y su relato es de nuevo selectivo, como lo es el de otras formaciones -en referencia a Vox-”, aseveraron desde la formación nacionalista, para quien el compromiso de Bildu con el juego democrático “no se hace creíble”.
EH Bildu replicó que “ha mostrado siempre su claro rechazo de los ataques a personas, asociaciones o sedes de organizaciones políticas”, también en el caso de la agresión a la sede de Podemos en la localidad murciana, aunque duda de que la Cámara vasca deba hacer una “lectura política” de ese ataque a no ser que el objetivo sea retratar a la izquierda abertzale. Su decisión de no adherirse a la iniciativa se debe a que la redacción original “ha quedado distorsionada” en el documento pactado finalmente por los tres partidos firmantes. En su opinión, el escrito inicial, propuesto por Elkarrekin Podemos, criticaba el “auge de la violencia” de la ultraderecha y rechazaba los intentos de “blanquear el fascismo”, mientras que el texto final “ha tenido como resultado difuminar la responsabilidad de la ultraderecha y ampliar y desviar el foco a otro tipo de responsabilidades que han evitado concretar”. Lo hizo Otegi: “Las contribuciones del PNV están más dirigidas a tratar de erosionar la postura de EH Bildu”. Interpelado en Radio Euskadi sobre si la palabra condena es lo que ha provocado la no adhesión, lamentó que si ese término “se ha convertido en un tabú es porque alguien lo ha tratado de hacer tabú”. “La diferencia entre una condena y un rechazo es la que quieran ellos darle porque tienen un cierto interés político”, zanjó Otegi.
En paralelo, el PP+C’s precisó que “ha condenado y condenan todos y cada uno de los ataques perpetrados en toda España contra las sedes de los partidos políticos”. Pero creen que este manifiesto “debe residenciarse en la Asamblea de Murcia”, mientras que en el Parlamento Vasco tienen que cursarse “los que se produzcan en nuestra tierra”. “No es posible forzar el procedimiento y las formas según las circunstancias”, se defienden. Por otra parte, la parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, cargó contra los firmantes por hacer un “ejercicio de cinismo político extremo al acusar sin pruebas a determinadas posiciones políticas, una absoluta falta de rigor ético al discriminar entre violencias buenas y malas”. La dirigente de ultraderecha matizó que sí han condenado el ataque a Podemos y que siempre han peleado por sus posicionamientos “por vías pacíficas y desde el más riguroso respeto a la legalidad vigente”. “El término extrema derecha lo utilizan de forma interesada”, reprobó Martínez.
En el polo opuesto, la portavoz parlamentaria de Elkarrekin Podemos, Miren Gorrotxategi, que compareció junto con Díez y el socialista Eneko Andueza, alertó del “discurso de odio que se está abriendo paso en el Estado” y hubiera preferido contar con el apoyo de las fuerzas que se hicieron a un lado. Podemos denunció el ataque sufrido con un artefacto incendiario a principios de mes en Cartagena -el sexto asalto a las citadas instalaciones de la fuerza morada-, un sabotaje que su líder y candidato a la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, calificó de “terrorismo callejero”.
“Bildu vuelve a incumplir el suelo ético y su relato es selectivo; de nuevo, los extremos se tocan”
Parlamentario del PNV
“Es poco serio que un ataque a Podemos en Cartagena se use de arma arrojadiza contra Bildu”
Coordinador general de EH Bildu
“Para discriminar entre violencias buenas y malas se acusa sin pruebas a determinadas posiciones”
Parlamentaria de Vox
“Hay que confrontar estos episodios ante el discurso de odio que se abre paso en el Estado”
Portavoz de Elkarrekin Podemos