- Tras los comicios del pasado domingo en Catalunya con un partido vencedor pero por la mínima -PSC- y dos formaciones -ERC y Junts- en disposición de conformar un gobierno soberanista, las complejas negociaciones se abren a varias bandas. Alzaron el telón ERC y la CUP, que el pasado miércoles mantuvieron ya un primer encuentro.
La reunión de republicanos y anticapitalistas no ha sentado nada bien en Junts. De entrada, su cabeza de lista, Laura Borràs, se reunió ayer en Bruselas con Carles Puigdemont para valorar los resultados y establecer la estrategia negociadora. Ambos, en un claro mensaje dirigido a ERC, remarcaron la importancia de que el independentismo haya superado el 51 % de los votos, lo que a su juicio “favorecerá la creación de un Govern independentista en la Generalitat que aplique este mandato electoral”. Junts ha decidido que sea su vicepresidenta, Elsa Artadi, y el exjefe de gabinete de Puigdemont, Josep Rius, quienes piloten las conversaciones con ERC.
Pese a que en Junts no han visto con buenos ojos que ERC se reuniera primero con la CUP, afrontan la negociación con los republicanos con la voluntad de configurar un Govern independentista, un Ejecutivo de ERC, Junts y la CUP. Sin embargo, según apuntan algunas fuentes próximas a Junts, dentro del partido se está abriendo paso la opinión de algunos sectores de quedarse en la oposición frente a un eventual ejecutivo de izquierdas. Aunque son conscientes de que ERC llevará la batuta de la negociación, tampoco quieren ceder en todas sus pretensiones y por ello intentarán acumular peso específico en el reparto de carteras.
En este contexto, CUP y Junts mantuvieron ayer un primer encuentro en la que los anticapitalistas exigieron “parar la represión y un giro de 180 grados en las políticas de seguridad para poder dar continuidad a las conversaciones de cualquier posible acuerdo”.
Mientras, el vencedor el 14-F, el PSC de Salvador Illa, también da sus primeros pasos con un equipo liderado por su número dos, Eva Granados. Su primer encuentro será con En Comú Podem después de que Illa contactara telefónicamente con todos los grupos excepto con Vox. Según fuentes socialistas, su equipo negociador intentará buscar apoyos para que Illa sea el próximo presidente de la Generalitat esgrimiendo dos grandes argumentos: que hay una mayoría “de izquierdas y progresista” en Catalunya, y que los catalanes han apostado “por el diálogo y el reencuentro”.
Por su parte, los comuns han cerrado dos reuniones para “los próximos días” con PSC y ERC, y están pendientes de acabar de cerrar la fecha con la CUP, con quien también quieren mantener un encuentro.
Fuentes de los comuns señalaron que ya tienen configurado su equipo de negociación que estará liderado por el diputado electo David Cid y la secretaria general de Podem Catalunya, Conchi Abellán. El equipo de la candidata a la Presidencia de la Generalitat, Jéssica Albiach, busca con estas negociaciones aflorar su apuesta por un “gobierno progresista” .
Al final ¿nuevas elecciones? Tras el 14-F hay 20 días hábiles en los que el president de la Generalitat en funciones debe convocar el pleno con el que arranque la legislatura. En esta sesión se elige a los integrantes de la Mesa de la Cámara. Se trata del primer paso imprescindible para que el Parlament pueda empezar a andar y precede, por ejemplo, a la formación de los grupos parlamentarios. Debe celebrarse antes del 12 de marzo. En los siguientes 10 días hábiles, el president del Parlament propone a la Cámara un candidato a la investidura. El plazo es hasta el 26 de marzo. En el pleno, el candidato designado expone su programa de Gobierno y somete su elección a la Cámara, donde necesita el voto de la mayoría absoluta de los diputados (68). Si no lo consigue, dos días después se repite el proceso. En este caso, al aspirante solo le hace falta obtener el apoyo de la mayoría simple, esto es, más síes que noes. Si pasados dos meses desde la primera votación de investidura nadie hubiera cosechado el consenso necesario, se repetirían las elecciones. En este caso los comicios se celebrarían entre 40 y 60 días después de la convocatoria.