- La red ciudadana Sare reconoció ayer que durante este año se han vivido “momentos esperanzadores” por los acercamientos de los presos de ETA, pero exige que sean a cárceles vascas, al tiempo que reclama la libertad de los reclusos enfermos y de los mayores de 70 años. Representantes de este colectivo, junto con algunos de los mediadores que intervinieron en el proceso de desarme, los llamados Artesanos de la paz, hicieron un llamamiento a acudir el próximo 9 de enero a las movilizaciones en los pueblos que sustituirán, debido a la pandemia, a la manifestación anual en Bilbao en apoyo a los presos.
Sare admite que “algo comienza a moverse”, con el acercamiento “aún muy limitado” de reclusos de la banda ya desarmada, pero cree que los traslados se están produciendo a cárceles “ubicadas a cientos de kilómetros de sus casas”, por lo que esto no supone el “fin de la política de alejamiento”, aunque se “están aliviando algunas situaciones familiares”. Desde este colectivo subrayaron que la “vulneración de derechos” en la que, a su juicio, incurre la política penitenciaria, terminará cuando no se “impida” a los presos de ETA “iniciar el camino de regreso a sus casas, a través de la progresión de grados” y sean liberados los 17 presos gravemente enfermos y los mayores de 70 años.
Por ello, instó a los gobiernos español y francés a “cumplir con su propia legislación” y actuar “con humanidad” al tiempo que pidió a “políticos” y miembros de la “judicatura” “dejar de utilizar a ETA, como si de una amenaza se tratara.