- La mayoría independentista saldría reforzada en las elecciones del 14-F, con una horquilla de entre 73 y 77 escaños -la mayoría absoluta se sitúa en 68-, según el último barómetro del CIS catalán (CEO), donde JxCat pisa ya los talones a Esquerra. La formación de Carles Puigdemont, encabezada por Laura Borràs, emprende su remontada reduciendo en dos puntos su desventaja y con el 19,6% de voto (30-32 escaños), mientras que ERC, con Pere Aragonès, se atora en 35 diputados (23% de sufragios). La CUP, encabezados por Dolors Sabater, contribuye al alza del sector soberanista con un crecimiento por el que adelantaría a los comunes y obtendría entre 8 o 9 asientos (6,4%). Sin entrar aún en campaña la figura del president en el exilio, la estrategia posibilista en Madrid de los republicanos, acostumbrados a ganar encuestas pero no en las urnas, podría beneficiar a los posconvergentes, que ven además como el PNC de Marta Pascal quedaría fuera del Parlament y el PDeCAT de Àngels Chacón pelea por lograr un único representante (1,9% de votos). Eso sí, el conjunto de las fuerzas secesionistas sobrepasaría por primera vez la barrera del 50% (50,9%).
El porcentaje de votos de los cuatro partidos unionistas (PSC, C’s, PP y Vox) sería del 40,7%. Los socialistas de Miquel Iceta llegarían hasta los 25 representantes (18,5%), erigiéndose en el líder de la oposición de no fraguarse un tripartito de izquierdas que numéricamente es posible pero que ERC y PSC ya han descartado. Ciudadanos, con Carlos Carrizosa al frente, perdería la mitad de su fortaleza y se hundiría hasta los 14-16 asientos (11,6%), mientras que los comunes de Jéssica Albiach siguen estancados en unas autonómicas y se mantendrían con 7-9 escaños (6.9%). Por detrás se colocan el PP catalán, que va a la baja pese a las visitas semanales de Pablo Casado a Catalunya, con el 6% y 7-9 diputados; al tiempo que Vox ve reducidas su expectativas al quedarse con el 4,6% de apoyos y 4-6 escaños.
El sondeo, realizado a partir de 1.500 entrevistas hechas entre el 25 de noviembre y el 7 de diciembre, detecta una menor distancia entre el sí y el no a la independencia con respecto al precedente. Si antes el rechazo a la ruptura tenía una ventaja de 5,4 puntos, ésta se estrecha. Los partidarios de mantenerse dentro del Estado representan el 49,9% pero quienes abogan por la quiebra son el 45,1%. Responden que sí desean la independencia un 100% de los votantes de JxCat, el 98,2% de electores de la CUP, el 80,4 % de partidarios de ERC y un 77,8% de fieles al PDeCAT, además de un 23,7% de votantes de Catalunya en Comú Podem, y hasta un 14,3% del PPC o el 11, % de Vox. Curiosamente, y de forma residual, un 5,1% del PSC. Eso sí, el 0% de Ciudadanos.
En cuanto a la valoración de líderes electorales, sin tener todavía en cuenta a Laura Borràs, de Junts, porque aún no era candidata a la Generalitat, destaca el buen registro que obtiene Pere Aragonès, con un 5,2 de nota, el único que aprueba.