as críticas al Gobierno por el apoyo de EH Bildu a los Presupuestos coparon ayer buena parte de la sesión de control del Congreso y el Ejecutivo se defendió arremetiendo contra la derecha por seguir usando a ETA para tratar de desgastarlo. Un día después de escuchar reproches similares en el Senado, Sánchez respondió en sus respectivos "cara a cara" con el líder del PP, Pablo Casado, y con la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, a las críticas por el apoyo anunciado de la formación abertzale.
Y, mientras acusó a Casado de recurrir a las mismas técnicas que Donald Trump, confió ante Arrimadas enque no haya "vetos cruzados" para sacar adelante las Cuentas.
Antes, el líder del principal partido de la oposición había acusado a Sánchez de "mentir" a las víctimas de ETA y "pactar con los terroristas del Hipercor" y le advirtió de que sus pactos con EH Bildu "le van a perseguir toda su vida". "No todo vale", avisó el líder del PP, que acusó a Sánchez de pagar el apoyo de la izquierda abertzale acercando al País Vasco a los "asesinos" del concejal sevillano Alberto Jiménez Becerril y de su esposa. Casado, además, dijo que Sánchez "no sólo ha cedido con Bildu, también con los independentistas vetando el español y con los radicales, vetando la educación concertada y la educación especial".
Para Sánchez, lo que está haciendo Casado es sacar "el libro viejo del PP cuando está en la oposición: ETA, Catalunya, rompemos España y vamos en contra del español en Catalunya". "Eso es lo que ocurre siempre que ustedes están en la oposición. ¿Sabe cuál es el problema, señoría? El problema es que 198 escaños de esta Cámara han considerado oportuno que tenemos que tramitar unos presupuestos necesarios", le replicó Sánchez a Casado recordando la mayoría que tumbó la semana pasada enmiendas a la totalidad de los Presupuestos.
Pero también el jefe del Ejecutivo señaló que los populares "siguen en la estrategia de Trump" y les advirtió de que "cuanto más tarden en reconocer su derrota electoral", más nuevas derrotas tendrán.
En un tono más conciliador, Sánchez respondía a las advertencias de Inés Arrimadas, quien le pedía escuchar a los "moderados" de su partido, incluso escucharse a sí mismo cuando dijo que "nunca" pactaría con EH Bildu y apostar por Ciudadanos en lugar de por la formación soberanista o por ERC. "Estamos en un tiempo de inclusión, no de exclusión, y ojalá no tengamos vetos cruzados", respondió Sánchez.
También el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, sacaba a EH Bildu a relucir cuando agradecía irónicamente al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, por "quitar la careta" a Sánchez. "Hasta ahora muchos creían que Sánchez gobernaba con usted, porque no tenía más opciones..., y pensaban que no era como usted, pero con los Presupuestos de la vergüenza España entera ha comprobado que Sánchez está justo donde quiere estar", afirmó Egea, tras preguntar a Iglesias en el Pleno del Congreso si pensaba que el Presupuesto de 2021 genera confianza.
Y como había señalado antes su compañera Cuca Gamarra, García Egea sugirió que si fue un Pablo Iglesias quien fundó el PSOE, otro Pablo Iglesias es el que lo va a destruir. "No lo va a conocer ni la madre que lo parió", añadió parafraseando a Alfonso Guerra. Acusaciones a las que Iglesias también respondió con ironía, mostrándose seguro de que, mientras Vox siga teniendo al PP "atrapado" en la foto de Colón, continuará habiendo un Gobierno "socialcomunista" por mucho tiempo.