- El Gobierno de coalición superó ayer el primer trámite para los Presupuestos Generales del Estado (PGE) al lograr tumbar con una mayoría holgada las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox, JxCat, Coalición Canaria (CC), Foro Asturias, BNG y la CUP. De esta forma, el Ejecutivo español logró uno de los mayores respaldos en la presente legislatura al conseguir sumar a sus socios nacionalistas e independentistas, así como a Ciudadanos. Fueron 198 votos contra 150 los que permitieron que el proyecto presupuestario siga su curso y comience a tomar cuerpo en las comisiones parlamentarias.
Sin embargo, no parece que esta alianza circunstancial que se vio ayer en el Congreso de los Diputados vaya a durar demasiado, mayormente por la incompatibilidad y vetos cruzados entre ERC y EH Bildu, y los de Inés Arrimadas. Así, a pesar de las intenciones iniciales de los dirigentes y ministros socialistas, el Gobierno se va a ver obligado a elegir a la hora de la aprobación definitiva de las Cuentas de 2021, y todo apunta a que Ciudadanos será el gran perjudicado, en beneficio de la mayoría de la investidura que reeligió a Pedro Sánchez con los votos de los grupos vascos y catalanes.
En el debate interno en el Ejecutivo entre los ministros socialistas y los morados parece haberse impuesto finalmente el criterio de los de Pablo Iglesias, que lleva meses alertando contra la presencia de Ciudadanos en las conversaciones presupuestarias por su impronta “neoliberal”, y maniobrando así para que los de Arrimadas queden fuera de juego en unas Cuentas que se antojan cruciales.
El último capítulo ha sido la interlocución del vicepresidente segundo con EH Bildu para amarrar un sí de la formación soberanista que precipitara el desmarque de Ciudadanos. Tras el anuncio de Arnaldo Otegi el pasado miércoles en Radio Euskadi, Arrimadas ha optado en efecto por endurecer su posición y hacer elegir al Gobierno entre los diez votos naranjas o los 18 que suman ERC y la coalición abertzale.
En este escenario, a Pedro Sánchez no le va a quedar otra que volver a confiar en PNV, ERC, Bildu y el resto de la mayoría de la investidura y enterrar por el momento la idea de la geometría variable y los acuerdos puntuales con la derecha. Ayer mismo lo admitió la portavoz del Ejecutivo español y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que dijo que el gabinete de coalición “está apostando de forma importante por consolidar el bloque que hizo posible la investidura” del pasado mes de enero. “Es un bloque sólido y que saber perfectamente hacia dónde se dirige”, añadió Montero, que cree que aunque existan “discrepancia sobre alguna materia”, en lo sustancial hay un entendimiento con las formaciones vascas y catalanas.
Interpelada por el republicano Gabriel Rufián sobre las prioridades de Moncloa en cuanto a socios, la titular de Hacienda volvió a dejar claro que anteponen a ERC, que a su juicio “puede votar” estos Presupuestos, ya que son “de marcado carácter social” y además reconocen la “singularidad de Catalunya”.
Por su parte, en la órbita de Podemos celebran abiertamente el desmarque de Ciudadanos como una batalla ganada e intentan publicitar que hacen valer su presencia en el Gobierno español para arrastrar al PSOE a posiciones más escoradas a la izquierda. En esa línea, la marca morada en Catalunya, En Comú Podem, destacó ayer que “sale ganando la gente y perdiendo la derecha más frentista que hemos tenido en los últimos años”.
Arrimadas. La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, pide al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que aclare ya la próxima semana si va a contar con los naranjas o con ERC y EH Bildu para aprobar los Presupuestos. Concretamente, Arrimadas quiere preguntar el miércoles a Sánchez, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, si piensa aprobar las Cuentas públicas de 2021 “a través de un acuerdo sensato, moderado y bueno para las familias españolas” o con uno “radical y lleno de concesiones a los separatistas”.
Rivera reaparece. Por su parte, el anterior líder de Ciudadanos, Albert Rivera, reapareció ayer para cargar contra la estrategia de la actual dirección naranja y deslizó que Inés Arrimadas ha perdido la “dignidad” al abrirse a negociar las Cuentas. “Hay que ser laxo a la hora de negociar, pero siempre con dignidad. La dignidad en la vida, cuando la pierdes, no se recupera”, añadió.
“Decir que las Cuentas las pueden apoyar ERC y Ciudadanos es mentir a sabiendas”
Portavoz de ERC en el Congreso
“El de la investidura es un bloque sólido y que sabe perfectamente hacia dónde se dirige”
Ministra de Hacienda