Los Mossos ratifican la implicación de los acusados en el 17-A

La Audiencia Nacional reanudó el juicio en el que la Fiscalía pide 41, 36 y ocho años de prisión, respectivamente, para los acusados, los dos primeros como presuntos integrantes y el tercero como supuesto colaborador de la célula formada en torno al imán de Ripoll (Girona) Abdelbaki Es Satty. Este falleció en la explosión de la casa de Alcanar (Tarragona) donde preparaban los artefactos para cometer atentados, ocurrida la noche del 16 de agosto de 2017, en la que también murió otro terrorista y resultó herido el acusado Mohamed Houli, que fue llevado al hospital de Tortosa. Según los Mossos de d’Esquadra, esta explosión precipitó que al día siguiente cometieran los atentados en Las Ramblas de Barcelona, mediante atropellos con una furgoneta, y en el paseo marítimo de Cambrils, con cuchillos y un hacha, que dejaron 16 muertos y 140 heridos.

Los agentes mantienen que realmente lo que estaban preparando era un atentado con furgonetas bombas, granadas y cinturones explosivos suicidas para el 20 de agosto de 2017 en el Camp Nou con ocasión del partido entre el Fútbol Club Barcelona y el Real Betis, así como otras acciones contra la Sagrada Familia, en la capital catalana, y la Torre Eiffel,

Los tres mossos relataron que tomaron declaración a Mohamed Houli a las cuatro de la tarde del 17 de agosto, minutos antes de que se produjera el atentado de Las Ramblas, sin que en ese momento supieran que la explosión de Alcanar tenía relación con una célula terrorista y cuando todas las hipótesis estaban abiertas. En esa primera declaración, Mohamed Houli manifestó a los mossos que la pólvora que tenían era para fabricar un “prototipo de petardo”.

Los agentes añadieron que sobre las siete y media de la tarde, en la furgoneta con la que el fallecido Younes Abouyaaqoub cometió el atentado en La Rambla, encontraron el pasaporte de Mohamed Houli, ante lo que le comunicaron en el hospital que quedaba detenido por un posible delito de terrorismo.