- La Comisión Europea (CE) señaló ayer que “no tiene ningún motivo para creer” que el mecanismo contra la desinformación aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez no vaya a respetar “la certidumbre legal y la libertad de expresión y de prensa”. “En cuanto a la libertad mediática, está muy claro, en general, que cualquier enfoque en el área de desinformación debe respetar la certidumbre legal y la libertad de prensa y de expresión. Pero digo esto como comentario general, no tenemos motivos para creer que esto no haya ocurrido en el caso español”, consideró el portavoz comunitario Johannes Bahrke. Al respecto también se pronunció la vicepresidenta primera del Ejecutivo español, Carmen Calvo, para quien el plan contra las fake news no tiene “absolutamente nada que ver” con la libertad de prensa, ideológica y de expresión. El Gobierno “no tiene una sola mácula en relación a los medios de comunicación”, dijo la dirigente socialista, reprochando “a la derecha” que “se ha puesto de moda que cualquier cosa que no entiende, o que no acepta, va a Europa”.
Calvo puso como ejemplo las recientes elecciones estadounidenses en las que el FBI intervino. “Hemos visto a grandes cadenas de televisión retirar en directo una información que consideraban que no era real para su población. Estamos viviendo en un tiempo en el que en cualquier lugar del mundo la mentira se convierte en información y las democracias tienen que luchar contra esto porque forma parte de nuestro derecho constitucional”, argumentó la titular de Presidencia, precisando que se busca “luchar como hacen otros países contra lo que puede ser crucial para la seguridad del país”. Calvo deslizó que estos ataques pretender introducir “mentiras que desinforman, confunden y pueden alterar el funcionamiento cotidiano de la libertad de opinión, de prensa, ideológica”. “¿Hay algún partido político que no quiere luchar contra las calumnias para que nuestra democracia esté útil y limpia?”, se preguntó. Y zanjó: “El Gobierno, no”.
Desde Bruselas, el portavoz Bahrke recordó que el Ejecutivo comunitario ya estaba al tanto de que se había aprobado “una orden ministerial que actualiza el sistema nacional existente para evitar, detectar y responder a las campañas de desinformación”. Este plan, aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional y publicado el jueves en el BOE, provocó duras críticas por parte del PP y de Vox por entender que Moncloa busca, con este procedimiento, el control de los medios o la censura, y cargaron en especial contra Unidas Podemos por su oposición a este tipo de procedimientos cuando gobernaba Mariano Rajoy.
Sin embargo, el portavoz de la CE indicó que la lucha contra la desinformación es importante notablemente en las circunstancias actuales de la pandemia, que ha conllevado “un aumento dramático de información falsa y engañosa”, y afirmó que el objetivo del plan propuesto es “asegurar la participación española” en este esfuerzo a nivel europeo. “La orden provee las herramientas y los actores para asegurar la participación de España en los diferentes instrumentos que creamos ya en 2018 a través del plan europeo contra la desinformación”, explicó Bahrke. En caso de ser necesario se harán campañas de comunicación pública dirigidas por la Secretaría de Estado de Comunicación para frenar las fake news detectadas.