- Sobrevuelan tiempos de vacas flacas. La pandemia del coronavirus está provocando una caída en la recaudación de impuestos, y el PNV concede una importancia capital a buscar otras vías que permitan aliviar las dificultades en Euskadi y afrontar esta situación en que las fuentes de recursos son cada vez más limitadas. En un contexto en que el Gobierno Vasco recién constituido debe redactar las directrices de los Presupuestos para el próximo año, el PNV está colocando ya sobre la mesa del presidente español, Pedro Sánchez, tres planteamientos para permitir que Euskadi supere esta escasez: el reparto de los fondos europeos con especial atención a los proyectos vascos; un nuevo límite de déficit y deuda más amplio para 2021 en la comunidad autónoma, un plan donde es Euskadi quien asume el riesgo y sería capaz de manejar la situación por haber tenido sus arcas saneadas desde 2017 con un déficit del 0%; y solucionar el entuerto de los remanentes de los ayuntamientos.
El PNV plantea estas cuestiones en la antesala de la negociación de los Presupuestos estatales con Sánchez. El socialista necesita los seis votos jeltzales, y el PNV ve margen para negociar sobre estos tres ejes, porque no suponen centrarse en pedir grandes partidas de los Presupuestos estatales, sino que van por otra vía y, por tanto, no podrían ser excluidos de la negociación con el argumento de que no hay dinero.
La presidenta de la ejecutiva vizcaína, Itxaso Atutxa, por un lado, confió en que Sánchez tenga en cuenta que la comunidad autónoma, por su experiencia en innovación, encaja como un guante en los requisitos que ha fijado la Unión Europea para el reparto de sus fondos destinados a proyectos estratégicos y cree que, por lo tanto, podría verse beneficiada en mayor medida que otros territorios y que esos proyectos vascos, incluso, pueden "ser de ayuda" a Sánchez, según dijo a Euskadi Irratia. Recordó también dos cuestiones que entroncan con la singularidad foral vasca y el Concierto Económico. Dijo que está pendiente la reunión de la Comisión Mixta del Concierto para fijar unos límites de deuda y déficit más amplios para la comunidad autónoma de manera bilateral (solo se ha pactado la ampliación de los objetivos de 2020) y, por otro lado, se hizo eco de la voluntad de la ministra Montero de reconducir la polémica de los remanentes de los ayuntamientos tras la derrota parlamentaria que sufrió su decreto en el Congreso. Valoró que se abra a suspender la regla de gasto para este año y quizás el siguiente en todas las corporaciones locales del Estado.
Hasta ahí pudo leer aunque, en el caso vasco, el punto de los remanentes locales se debe tratar en la Comisión Mixta del Concierto, y las diputaciones forales, que tienen la tutela de los ayuntamientos, bajarían al detalle con las alcaldías vascas. El portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, ya había avisado a Sánchez en la antesala de la primera reunión sobre los Presupuestos de que, si para él eran importantes las Cuentas estatales, para el PNV es clave permitir que los ayuntamientos usen sus remanentes. Sonó a exigencia para negociar y a condición, aunque los jeltzales evitaron pronunciarse expresamente en esa clave. Montero acaba de rectificar y podría allanar el diálogo.
Estos tres planteamientos son una forma de movilizar más recursos y no tener que aplicar recortes en sanidad, educación o políticas sociales. El pacto del Gobierno Vasco de coalición entre PNV y PSE plantea abordar el debate fiscal, pero queda claro que no es la opción preferente y que las estrecheces que viven la mayoría de las empresas dejan muy poco margen para ordeñar una vaca que no da más leche. Las tres propuestas del PNV llegan en el contexto de la negociación incipiente de los Presupuestos estatales, donde los seis votos jeltzales son necesarios en el Congreso de los Diputados. Atutxa admitió que puede que no haya margen para arañar partidas muy grandes, pero sí vio margen para negociar sobre los fondos europeos, el déficit y el asunto de los ayuntamientos. Al menos en esos momentos, dijo que el PNV no tenía aún un borrador del proyecto y anunció que habrá más reuniones, quizás lideradas por Carmen Calvo por parte del Gobierno español.
"Hemos mostrado nuestra voluntad de diálogo. Nos gustaría que la legislatura se complete porque es importante la estabilidad", dijo. Reconoció que en este momento puede ser más difícil arañar grandes partidas, pero recordó al mismo tiempo que van a llegar fondos desde Europa. Puso en valor los proyectos vascos.
La lista provisional que redactó el lehendakari Urkullu tras recibir información de sus consejerías constaba de 50 proyectos, pero la formuló con el gobierno en funciones, y ahora ultima una relación definitiva que podría presentar en octubre. Urkullu insistió a Sánchez en la reciente videoconferencia de presidentes que es necesario que Euskadi participe en la toma de decisiones sobre ese fondo. La Unión Europea puso en marcha un plan dotado con 750.000 millones, y al Estado español le corresponden 140.000 millones, de los cuales 72.700 llegarán en forma de transferencias que no hay que devolver.
El fondo tiene unas condiciones claras sobre su uso, debe destinarse a proyectos concretos para salir de la crisis, impulsar la inversión y acelerar la transición ecológica y digital, y es necesaria la colaboración público-privada. Sánchez admitió que ese debe ser el criterio de reparto, lo que en principio aleja el fantasma de que alguien quiera que Euskadi se limite a recibir el dinero que le corresponde por Cupo, el 6,24%, o se invoquen el PIB o la población y no los criterios de Europa, que va a supervisar lo que se haga con el dinero.
"Nos gustaría que la legislatura se complete porque es importante la estabilidad"
Presidenta del BBB del PNV