El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha exhibido este miércoles su presión al PSOE para aprobar los presupuestos con ERC y Bildu, y no con Ciudadanos, tras haber "constatado" en una reunión la voluntad de ambas formaciones de "mantener la estabilidad de la legislatura".
Fuentes de la Vicepresidencia Segunda del Gobierno han informado de la "buena sintonía" respecto al rumbo de la coalición y la voluntad de llegar a acuerdos que Iglesias ha apreciado en sus encuentros con el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, y posteriormente con su homóloga de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, y el diputado Oskar Matute.
La reunión se ha organizado en paralelo a la ronda de contactos de la vicepresidenta primera, la socialista Carmen Calvo, que en la tarde de este miércoles se reunía también con ERC y Junts per Cat, entre otros.
ERC ha guardado silencio y no ha confirmado ni desmentido el clima de entendimiento con Iglesias, pero sí lo ha hecho Bildu, cuya portavoz, Mertxe Aizpurua, ha dicho que está dispuesta a apoyar los presupuestos de 2021.
Sin embargo, también ha puesto sobre la mesa sus prioridades: "desmontar por completo" la reforma laboral del anterior Gobierno del PP y un cambio en la política penitenciaria en el País Vasco, y ha visto en el vicepresidente segundo "predisposición" al acuerdo.
Según la versión ofrecida desde la vicepresidencia que dirige el secretario general de Podemos, tanto el portavoz de ERC como los portavoces de EH Bildu han compartido "la conveniencia de fortalecer el diálogo como instrumento para abordar la crisis territorial".
Al contrario que Iglesias, la vicepresidenta primera se ha mostrado cauta con respecto a las intenciones de ERC durante una entrevista en Onda Cero, en la que ha recordado que la formación catalana ya votó en contra de los Presupuestos anteriores.
Y por ese motivo, ha precisado, el Gobierno se dirige ahora a todo el arco parlamentario: "Tenemos experiencia porque tenemos unos Presupuestos que no se aprobaron porque un partido no los apoyó y eran buenos para Cataluña".
No obstante, sí ha reconocido Calvo que al Gobierno le gustaría tener el apoyo del bloque de la investidura, aunque algunas veces esos partidos han acompañado al Gobierno y otras no, ha puntualizado.
Sobre Bildu, Calvo ha dicho que el Gobierno pactará con todos aquellos grupos políticos que acepten unos Presupuestos Generales del Estado "inclusivos, solidarios y progresistas". "Quienes entiendan y ayuden a la articulación de los fondos que van a llegar de Europa, serán buenos socios para nosotros", ha acogido.
No sólo ERC y EH Bildu han expresado este miércoles su disposición a la negociación, sino también JxCat.
Su portavoz, Laura Borràs, ha recalcado después de reunirse con la vicepresidenta primera en el Congreso que su formación negociará las cuentas, aunque con "precauciones", pues la experiencia le dice que nunca terminan siendo beneficiosas para Cataluña.
Además, ha garantizado que los cuatro diputados del PDeCAT actuarán en sintonía.
Más País y Compromís también quieren negociar, y así lo han recalcado sus portavoces, Íñigo Errejón y Joan Baldoví, respectivamente.
Pero Errejón ha lanzado un aviso a Pedro Sánchez: fue investido por dos votos de diferencia, y por ello, debe "cuidar" más a la mayoría parlamentaria que lo hizo posible.
Sobre los plazos para presentar el proyecto presupuestario, de lo lo que Calvo no ha hablado con los grupos este miércoles, sí ha confirmado que el Gobierno va apurado de tiempo, pus debe remitir un primer documento a la Unión Europea antes del 15 de octubre.
Ha comentado que, en todo caso, se podrían prorrogar los ya existentes para después aprobar los nuevos.
Más allá de los tiempos, fuentes conocedoras de las negociaciones aseguran que no habrá grandes escollos entre el PSOE y Unidas Podemos para negociar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE), y auguran que las presiones y los malos entendidos vendrán después, cuando toque cerrar los socios.
Las fuentes consultadas consideran que aparentemente será más fácil negociar con Ciudadanos que con ERC, pues, con diez diputados, la formación de Inés Arrimadas tiene menos que perder que los republicanos, que están a expensas de las elecciones catalanas.
Pero los de Iglesias, desde dentro del Gobierno, avisan de que para ellos cualquier opción es mejor que un pacto presupuestario con la formación de Inés Arrimadas, a la que el vicepresidente segundo considera una "marioneta de los poderosos" creada con el objetivo de frenar a Podemos.
Este miércoles, la líder de Ciudadanos ha emplazado al presidente del Gobierno a aclarar si mantendrá en el Ejecutivo a Iglesias en el caso de que éste sea imputado por la supuesta financiación irregular de Podemos. Sánchez, en su respuesta, ha vuelto a tener palabras de elogio hacia ella "por el esfuerzo que está haciendo para superar la dialéctica de bloques" y ha señalado que hay muchas cosas en las que se pueden entender.
En un marco en el que se apela al acuerdo y en el que el Gobierno mantiene abiertas varias vías de negociación, los morados temen que el PSOE mire hacia la derecha e insufle aire en la formación de Arrimadas, tal y como, recuerdan desde las filas moradas, hizo en otras ocasiones antes de conformar la coalición con Podemos.