La ingeniera guipuzcoana Arantxa Tapia repite en el Gobierno vasco, en el que ha ido ganando peso durante esta legislatura y del que se ha convertido en uno de los referentes más visibles, más ahora cuando asume el reto de dirigir la reconstrucción de la economía vasca tras la crisis del covid-19.
En su tercera legislatura Tapia será la encargada de gestionar las áreas de Desarrollo Económico, Sosteniblidad y Medio Ambiente, esta última incluida durante los últimos cuatro años en la consejería que ha dirigido el socialista Iñaki Arriola.
Tapia accedió al ejecutivo autonómico en diciembre de 2012, en plena recesión económica, al frente de una de las consejerías de más calado en la recuperación económica, con la política industrial bajo su mando.
Esta ingeniera industrial de 53 años, natural de Astigarraga pero residente en Zumaia, asumió más responsabilidad en su segundo mandato, en el que se añadió Infraestructuras a su cartera económica.
Desde este cargo, ha insistido y trabajado para lograr que se culmine el proyecto del Tren de Alta Velocidad, tratando de acelerar lo que dependía del Gobierno vasco, asumiendo nuevas encomiendas y poniendo en marcha proyectos como el de la estación de San Sebastián, cuyas obras ya han comenzado.
En estos cuatro años, Tapia ha sido una de las principales voces del Gobierno, multiplicándose en actos y presencias en los medios de comunicación, desde los que en muchas ocasiones ha fijado posiciones del ejecutivo de Iñigo Urkullu.
Así ha sido durante la pandemia del covid-19, en la que ha sido, junto con la consejera de Salud, Nekane Murga, la principal voz del Gobierno, la encargada de la complicada tarea de comunicar estrictas normas y restricciones. Incluso ha llegado a afear públicamente la actuación de los ciudadanos, lo que le hizo objeto de abundantes críticas por parte de la oposición.
Antes de su salto a la política, Tapia fue profesora de la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Navarra entre 1987 y 1992 y catedrática de la Escuela Universitaria de la UPV-EHU de 1995 a 2005, además de "invited lecturer" durante tres años en el MIT de Massachusett (Estados Unidos).
La consejera, que se especializó en Electricidad y obtuvo el doctorado "cum laude" por la Universidad de Navarra en 1992, se estrenó como cargo público al frente de la viceconsejería de Transportes y Obras Públicas del Gobierno vasco de 2005 a 2007 en el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe.
Durante esta etapa y la posterior como diputada de Movilidad y Ordenación del Territorio de la Diputación Foral de Gipuzkoa, mostró un exhaustivo conocimiento de los asuntos de su responsabilidad. También fue diputada del PNV en el Congreso en el período 2011-2012.
Tapia vive en Zumaia, está casada y tiene dos hijas, y se da la circunstancia de que los cuatro miembros de la unidad familiar son ingenieros.
Quienes la conocen la describen como una persona con mucha fuerza y energía a la que es difícil ver desfondada, una mujer de mucho carácter pero con una actitud, en general, optimista. Pragmática y resolutiva, es rara la reunión que se alargue más de lo debido si es presidida por esta consejera.